Habilidad para utilizar las bibliotecas y las diversas fuentes documentales con eficacia. Capacidad de relacionar ideas. Capacidad para plantear preguntas filosóficas. Sensibilidad para la interpretación de textos de diversas épocas o tradiciones. Sensibilidad a la diversidad de opiniones, lenguajes, planteamientos, prácticas o modos de vida. Capacidad de examinar problemas con precisión en el lenguaje y en el pensamiento. Habilidad para el análisis filosófico y la construcción de argumentos correctos. Habilidad para la síntesis de ideas y de textos filosóficos. Claridad y rigor en la evaluación de los argumentos presentados en un texto. Capacidad de hacer y presentar una evaluación de consideraciones filosóficas relevantes. Capacidad para saber trabajar con distintas tradiciones y métodos de pensamiento. Habilidad para reconocer errores metodológicos y recursos retóricos. Habilidad para identificar las cuestiones de fondo de cualquier debate. Capacidad de enfrentarse críticamente a las ideas.