Desde una beca hasta recurrir a bancos y cajas de ahorro con los que las universidades y escuelas de negocios tienen acuerdo. La financiación es una de las cuestiones que siempre hay que valorar, porque no hay que olvidar que la mayoría de los postgrados vienen definidos por una característica común: sus altos precios, con importes que pueden oscilar entre los 6.000 hasta los 18.000 euros, incluso algunos superan esa cifra.

Los bancos y cajas de ahorros suelen ser la puerta más común a la que llamar ya que cuentan con distintos tipos de préstamos acorde a las condiciones de cada uno de los estudiantes. Desde hace unos cuantos años, las entidades financieras se han dado cuenta del filón que suponen los estudiantes de postgrado. Es lógico, porque si en un principio se trata de un público con escasa liquidez y menores ingresos hay que pensar que los master tienen como finalidad lanzarles de lleno al mercado laboral, por lo que con el tiempo se convierten en perfectos clientes para los bancos y las cajas de ahorro.

 

Las becas son, desde luego, la opción más aconsejable aunque, como todo, también tienen su pero. La primera queja que sobre ellas hacen los estudiantes es que son muy pocas y que en la mayoría de los casos no cubren el cien por cien de los gastos propios de la realización de un programa de postgrado.