Hay muchas personas que, ya sea por gusto o porque su situación lo requiere, pasen alguna etapa de sus vidas compatibilizando los estudios con el trabajo. Cabe destacar que no es una tarea imposible, pero sí tiene un alto grado de dificultad y requiere mucho sacrificio por lo que tiene muchísimo mérito.

Es por ello que aquí podréis leer unas recomendaciones para ayudar a que esta etapa no sea tan pesada o nos afecte lo menos posible.

Conocer la dificultad y saber organizarse

Aunque no todos, la mayoría de personas que realizan este práctica suelen ser jóvenes que están labrando su futuro. Es por ello que se debe ser consciente de que el reto requiere voluntad y esfuerzo y, aunque no sea un reto inalcanzable, debemos afrontar la situación con máxima motivación y autoexigencia.

Por otro lado, una buena organización es la clave para disponer del tiempo necesario para cada tarea, así como una garantía para poder centrarse en cada tema sin distorsiones transversales. Es recomendable que tu calendario o agenda tenga cierta flexibilidad, de manera que puedas realizar cambios y afrontar imprevistos, porque siempre pueden haber proyectos urgentes.  También, es recomendable repartir el tiempo de estudio en sesiones diarias más cortas que afrontar toda la tarea de golpe. Estudiar mucho rato un único día reduce nuestro rendimiento y nuestra concentración.

Estudiar de manera online (e-learning)

La formación online o e-learning se ha convertido en la metodología del presente y del futuro. El hecho de permitir una libertad de horarios al disfrute del estudiante y evitar los desplazamientos hace que esta forma sea la idónea para poder compatibilizar nuestra formación con nuestra vida laboral.

Estar centrado en lo importante

Ante una más que posible acumulación de tareas, cobra especial importancia la capacidad de discernir entre lo urgente y lo importante. Una buena planificación y gestión del tiempo nos ahorrará imprevistos y urgencias. Además, para centrarte en lo que realmente merece la pena en cada momento, hay que saber evitar las distracciones tontas y, hoy en día, el móvil es el mayor peligro en este aspecto. Apagarlo o dejarlo lejos de nuestro alcance por un rato, puede ayudar mucho.

La memoria puede jugar en contra

Aunque nos parezca que nuestra memoria es excepcional y que podemos recordarlo todo, no es así. Por tanto, es de gran ayuda tener como respaldo unas notas que nos ayuden a recordar qué debemos hacer cuando el estrés o el tiempo nos ahogue. Y, obviamente, disponer de unos buenos apuntes con comentarios personales complementarios y una buena agenda de contactos facilita mucho el trabajo y puede sacarte de muchos apuros.

No estás solo, pide ayuda

Informar a tus seres cercanos o queridos que vas a tener una etapa densa y compleja es una decisión muy inteligente que puede facilitarte la delegación de responsabilidades en el hogar o contar con la complicidad de los compañeros de trabajo. ¡La ayuda de tu entorno puede ser un pilar fundamental para conseguir tus objetivos!

Aplicar tus conocimientos en el trabajo

Lo mejor de compatibilizar los estudios con una vida laboral activa es que puedes aplicar las teorías aprendidas a la práctica real. Los estudiantes más despuntados tienen claro que aprender no radica en aprobar exámenes y conseguir buenas notas, sino en entender conceptos y descubrir cómo se pueden usar para resolver problemas reales. En este punto, también es importante saber que, desde el punto de vista de la empresa, que un trabajador sea capaz de estudiar y trabajar a la vez sin descuidar sus obligaciones es sinónimo de voluntad, capacidad y organización, lo que puede ser muy beneficioso en futuras consideraciones.