La figura del Controller es una de las más demandadas hoy día en el campo de la consultoría, un sector muy ligado a las circunstancias económicas imperantes en cada momento. En tiempos como los que vivimos, cuando los principales objetivos de las empresas pasan por el control y la reducción de los costes, la presencia de estos profesionales es muy demandada.

 

En los ciclos de bonanza suelen encargarse de definir y vigilar las políticas de control de gestión de las compañías que contratan sus servicios, analizando los resultados obtenidos respecto a los presupuestos existentes; pero en época de crisis se les exige observar, incluso adelantarse, a las desviaciones presentes en los balances empresariales para proponer una alternativa capaz de corregir la situación.

 

El Controller será el máximo encargado, en caso de que sea necesario, de realizar el plan de reducción de costes en estrecha colaboración con otros departamentos de la compañía para la que presta sus servicios, como por ejemplo recursos humanos o administración y contabilidad. Además, entre sus habituales funciones, destacan también garantizar la fluidez de la información sobre los datos económicos existentes y supervisar el sistema de gestión y control.

 

Los más solicitados

 

Según la consultora de selección Adecco, este puesto fue el más buscado el año pasado, pero su demanda se mantendrá en 2009 ya que es una figura necesaria en las empresas, tanto en tiempos de expansión como de recesión.

 

“Su mayor aptitud debe ser la capacidad analítica y visión de negocio, ya que entre sus funciones está la de realizar previsiones de crecimiento a medio y largo plazo manejando las cifras que reúne de todos los departamentos con los que trabaja”, explican técnicos de Adecco a la hora de trazar el perfil que deben ofrecer estos profesionales.

 

Además, un Controller precisa una gran capacidad de flexibilidad para adaptarse a las necesidades de los clientes, ya que conllevarán situaciones laborales distintas para cada caso. Así, si las empresas son pequeñas o medianas, los proyectos encargados casi siempre serán muy específicos y de corta duración; una circunstancia que no se suele repetirse en grandes compañías, más acostumbradas a encargar trabajos que conlleven una mayor vinculación y compromiso.

 

La capacidad de comunicación también será muy valorada, ya que es frecuente en el desempeño de su profesión, trabajar con muchas personas a las que demanda datos e información y solicita explicaciones, a la vez que les propone planes y programas alternativos que deberá transmitir con la máxima claridad posible, si quiere conseguir que su propuesta vaya acompañada del éxito.

 

En cuanto a la formación requerida, a la condición de licenciado en Económicas o en Administración y Dirección de Empresas, es muy recomendable sumar algún ciclo de postgrado como un MBA o master en finanzas. Lo que si es imprescindible es mantener un elevado nivel de inglés técnico, un punto que sumar al currículo y que, sobre todo, se gana con la experiencia. Son frecuentes los viajes al extranjero que hacen posible mantener en el mejor “estado de forma” la segunda lengua.

 

Otro de los mayores alicientes que encuentran estos profesionales en su trabajo es que les permite relacionarse con gente del nivel más alto de las empresas, una circunstancia a destacar en un ciclo económico tan inestable como el actual. El Controller mantiene así muchas posibilidades de asegurarse su empleabilidad futura.