El sector adolece de profesionales preparados, que trabajen en este ámbito laboral porque les gusta y no por aprovecharse de la situación

El intermediador inmobiliario “debe ser ahora más profesional que nunca”. En esta frase resume el presidente de la Asociación de Expertos Inmobiliarios (APEI), Óscar Martínez Solozábal, el presente y el futuro de esta profesión. Y es que nos encontramos ante un sector cada vez más exigente, sobre todo en cuanto a los profesionales se refiere.

 

La liberalización del mercado inmobiliario propició que cualquier persona, sin formación ni experiencia, entrara en este sector. Y lo que parecía toda una fuente de empleo era, en realidad, un pozo de pseudo-profesionales. Pero el tiempo pasa y las cosas cambian, y en el mercado de la intermediación, también: el boom inmobiliario ha dado paso a una moderación que dará paso a “la vuelta a la normalidad”, subraya el presidente de la APEI, quien no duda en afirmar que en un futuro “habrán cerrado muchas inmobiliarias, pero las que queden podrán trabajar con calma y tiempo necesarios para poder asesorar bien”. Es más, en su opinión, “las nuevas oficinas que se abran pertenecerán a gente preparada que entre en el sector no por aprovechar el momento de euforia del mercado, sino porque les gusta la profesión y tienen la preparación adecuada”.

 

Falta personal cualificado

 

Estos dos aspectos, preparación y pasión por la profesión, son las claves del éxito en este sector laboral. Porque lo que hace falta es “gente con ganas de trabajar en el sector”, apunta el gerente de la Asociación Española de Gestión Inmobiliaria (AEGI), Javier Martínez de los Santos. Y muestra de ello es que en estos momentos “lo que más nos han manifestado los empresarios es que hay una falta bastante grande de personal, sobre todo cualificado”.

Y es que, en este caso, la cualificación marca la diferencia. Por ello, el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad de Madrid, Jaime Cabrero, defiende que “una cosa es estar delante de un agente inmobiliario cualquiera y otra delante de un API”, es decir, ante un auténtico profesional del sector. Ésta es, además, la clave para diferenciar a las personas que realizan la actividad con seriedad.