Henry Patterson inició su exitosa carrera empresarial cuando tenía solo siete años. Vendió un montón de bolsas de estiércol por poco más de un euro la unidad.

Para su segunda aventura comercial, el pequeño Henry apostó por las nuevas tecnologías: creó su propia tienda virtual y vendió a través de la página web eBay los productos que había comprado en una tienda de segunda mano.

Ahora este miniempresario de solo nueve años abrió su tercera empresa, una tienda online de venta de caramelos para niños que se llama ‘No antes del té’. Y no solo se ha encargado del plan de negocio, sino que este emprendedor también ha diseñado su logotipo y creado su propia estrategia de marketing con la ayuda de su padre, un ejecutivo publicitario.

“Al principio mis amigos no se creían que había montado una tienda de caramelos pero no creo que se sorprendieran demasiado porque ya sabían que antes había tenido otros dos negocios”, presume Henry, que exhibe una tarjeta de visita en la que se presenta como Director creativo de ‘No antes del té’ y que reparte entre sus compañeros de la Swanbourne House Schoolm, en Inglaterra.

La exitosa empresa de caramelos ha recibido más de 1000 pedidos durante la primera semana, alcanzando en solo siete días la meta de obtener diez euros de beneficio neto que se había propuesto para el primer mes. Estos resultados no le sorprenden, ya que según afirma el pequeño empresario,“quien mejor que un niño sabe los caramelos que le gustan a los niños”.

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