Detrás de este sector se esconden dos profesionales con una proyección de futuro de lo más positiva. Son el asesor de imagen y el ‘personal shopper’.

Las 24 horas del día ya no son suficientes para dedicarse a todo. El trabajo llega a absorber tanto que cada vez son más los que echan mano de expertos para, incluso, decidir con qué vestirse. Y es que, “vivimos en una sociedad donde la imagen es cada día más importante”. Y son precisamente esos dos factores, falta de tiempo e importancia de la imagen, los que constituyen la base de una profesión de futuro.

 

Las perspectivas son buenas, cada vez hay más empresas que se dedican a la asesoría de la imagen y al personal shopper y hay más demanda de estos servicios. Porque, lejos de lo que puede pensarse, estos profesionales no sólo prestan sus servicios a un colectivo exclusivo, están abiertos a todos aquellos que lo requieran. “Antes parecía que sólo podían acceder a ellos los políticos, cantantes y personas con un poder adquisitivo muy alto. Hoy en día cualquier persona puede acceder a los servicios de un asesor de imagen”.

 

Dos perfiles bien diferenciados

Ahora bien, dentro del estilismo habría que distinguir entre esta figura, la del asesor de imagen, y la del personal shopper.

 

Aunque en la figura del personal shopper hay una parte de estilismo, también existe la parte de morfología, colorido, asesoramiento de imagen, especialistas en compras. Esto lleva a una mayor competencia, pues la gente confunde estas dos profesiones. De esta forma podríamos decir que existe una rivalidad sana entre ambas profesiones, lo que hace que nos veamos obligados a prepararnos más y mejor”.

 

Aunque las dos tienen algo en común: las perspectivas de futuro son de lo más positivas. Respecto al personal shopper, “la perspectiva es buena, puesto que cada vez se va conociendo más la función de un personal shopper, lo que hace que exista más demanda por parte del público y, por tanto, aumentará la contratación de estos profesionales”.

 

En el estilismo, la profesionalidad y la calidad han de sumarse al buen servicio, y para ello hay que contar con todos los perfiles que lo hagan posible. Además de contar con expertos en estilismo, maquillaje y peluquería, trabajan en la empresa psicólogos, terapeutas o, entre otros, masajistas. Y es que si algo define a esta entidad es la creación de un nuevo concepto de belleza “que refuerza la autoestima y la seguridad personal”.