A la hora de buscar trabajo, es muy importante dedicar un cuidado especial al lenguaje que empleamos, ya que éste es un signo inequívoco de nuestra formación. Los responsables de Recursos Humanos de una empresa son conocedores de esto y, por este motivo, cuando realizan una entrevista de trabajo se fijan en el nivel de expresión del candidato.

Seguramente nunca hasta ahora has sido consciente de que tu vocabulario te puede ayudar o te puede arruinar una entrevista de empleo. El lenguaje que utilices proporcionará a la persona que te evalúa una idea de tu nivel de formación que, en algunos casos, te podrá favorecer para acceder al puesto de empleo, sobre todo si se trata de un puesto de directivo o de responsabilidad, aunque te puede servir para todos los niveles.

La impresión será más grata cuando además uses un vocabulario especializado relacionado con el ámbito que mejor domines o con el lugar de trabajo que quieras obtener. Tienes que pensar que aunque utilices un lenguaje diferente al habitual, estás en un contexto profesional, así que la persona que te evalúa va a quedar muy satisfecha por tu manera de expresarte.

Sería importante que, a partir de estos momentos, centraras una parte de tus esfuerzos en interiorizar diversos vocablos nuevos antes de acudir a una entrevista de trabajo. Evidentemente, siempre hay que tener un cierto límite, porque si utilizas una palabra que nadie conoce, causarás justamente una impresión contraria en tu interlocutor que la que estás buscando. Piensa también que debes emplear este vocabulario del modo más natural posible dentro de tu conversación.

Las palabras adecuadas

El vocabulario será uno u otro en función del puesto de trabajo y sector que se quiera alcanzar. Antes de ir a una entrevista, tenemos que seleccionar las palabras que mejor expresen nuestras ganas de conseguir el empleo, así como la experiencia laboral que tenemos. Tampoco debemos olvidar explicar alguna anécdota que consideremos decisiva para acceder al puesto. Te sugerimos que practiques antes para sentirte más seguro y para que no omitas nada.

Nuestros seleccionadores se fijarán en el modo que tengamos de comunicarnos, cuantas más palabras descriptivas empleemos, menos recurriremos a expresiones como: “hum”, “pues”, “este”, y disminuirán las probabilidades de que nos quedemos en blanco. Algunos interlocutores consideran algo muy negativo tener a un candidato delante que no encuentre las palabras adecuadas para explicar algo.

Conseguir un léxico rico

Aunque no disponemos de ningún secreto para mejorar tu lenguaje rápidamente, te ofrecemos algunas soluciones que te pueden ayudar. Una de ellas es leer todo lo que puedas sobre tu sector profesional. Este recurso permitirá que vayas incorporando nuevas palabras a tu léxico.

Si asistes a seminarios, cursos y conferencias, no sólo mejorarás tu currículum, sino que, además, podrás aprender nuevo vocabulario. Cuando escuches alguna palabra que desconozcas, apúntatela y búscala en un diccionario para poderla incluir a tu lenguaje habitual. Otro aspecto que te puede ayudar es relacionarte con personas que se expresen bien, seguro que podrás aprender mucho de sus palabras y a pesar de que habitualmente no las uses, te beneficiará aprenderlas.

Algunos expertos señalan que uno de los métodos más eficaces para aprender es la repetición. Aunque pueda resultar monótono, repetir cada palabra nueva 25 veces en voz alta y su definición durante 25 veces más, puede ser muy positivo. Después intenta pensar una frase que contenga dicha palabra y vuelve a repetirla otras 25 veces. Finalmente, habrás incorporado ya el término y lo podrás emplear con facilidad durante una conversación o una entrevista de trabajo.

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