Antes de que podamos ver una película en el cine, ésta ha de superar un largo proceso en el que intervienen muchos profesionales. Quien quiera trabajar en ese mundillo tiene ante sí muchas posibilidades,en un mercado con una tendencia creciente en términos de empleo. Y es que el mundo del cine genera a su alrededor numerosas oportunidades de trabajo

El mundo del cine ofrece numerosas oportunidades a todo aquel que quiera desarrollarse profesionalmente en él. Pero, ¿cuál es la situación actual del sector audiovisual? Conocer datos de facturación y empleo del sector es una tarea ardua. De hecho, hasta hace poco no existía ninguna cifra oficial. Este fue uno de los motivos que llevó a la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE) a recopilar la información disponible en este ámbito. Los datos se pueden encontrar en su Memoria anual 2005. En ella se indica que, durante 2004, la facturación del sector alcanzó los 1.694 millones de euros, dato que supone un crecimiento del 11 por ciento respecto al año anterior. Además, el empleo directo generado fue de 8.760 puestos, dato que supera en un 14 por ciento al registrado un ejercicio antes.

El período analizado por FAPAE es el correspondiente a 1999-2004, cuando el crecimiento acumulado de la facturación fue del 56,7 por ciento y del empleo directo del 39 por ciento. «El empleo del sector audiovisual ha crecido en este período a un ritmo anual del 6,8 por ciento, un punto y medio por encima del crecimiento del número de ocupados total en España en el mismo período», explican desde la FAPAE.

 

[ Madrid y Cataluña copan la producción audiovisual ]

 

Si nos fijamos en los lugares donde más producción audiovisual y televisiva se genera, encontramos una gran concentración. Así, un total de tres comunidades representan el 91 por ciento del total: Madrid y Cataluña (con el 83 por ciento del total), seguidas de Galicia (ocho), Andalucía (cuatro) y Valencia (tres).

También existen enormes diferencias en cuanto a las políticas de apoyo prestadas por las diferentes comunidades autónomas. Cataluña, con un 48 por ciento, se encuentra a la cabeza en la entrega de incentivos económicos. A más distancia nos encontramos con Galicia (15), País Vasco (11) y Andalucía (11). En total, en 2005 se entregaron 31 millones de euros bajo este concepto (cuatro millones más que durante el año 2004).

El mercado cinematográfico español va a crecer una media del 10,6 por ciento anual hasta 2009, según datos del Informe Global Entertainment and Media Outlook, realizado por la consultora Pricewater-House-Coopers. Dicha cantidad supera en más de tres puntos la media mundial, que se situará en torno al 7,1 por ciento.

Durante el año 2005, en España se produjeron 142 largometrajes (nueve más que en 2004), alcanzándose la cifra más alta de los últimos 20 años, según datos del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA). Los rodajes notificados en 2005 fueron 162 (20 más que en 2004) y el número de cortometrajes producidos se elevó a 165. Y según la FAPAE, actualmente se ve más cine que nunca, aunque no necesariamente en las salas cinematográficas, destacando la importancia cada vez mayor del DVD.

«Según el Observatorio Europeo del Sector Audiovisual, las salas de cine europeas han registrado en 2005 un descenso en el número de espectadores del 11,4 por ciento, en comparación con 2004, aunque la producción de cine creció casi un cinco por ciento en Europa durante el año pasado». Todo ello permite generar empleo en diferentes especialidades y profesiones relacionadas con el séptimo arte. Aquí tienes algunas de las más conocidas.

 

[ Actores, los grandes protagonistas ]

 

Todos conocemos en qué consiste su trabajo: es el profesional que interpreta personajes de forma convincente, para lo que se requiere cierta técnica, método y habilidades personales. Las escuelas de interpretación y las asociaciones de actores son un buen punto de partida para conseguir los primeros papeles de actor, pues la mayoría de productoras, compañías de teatro, etc., acuden a ellas para informarlas de la convocatoria de castings. Estas pruebas se llevan a cabo para buscar a los actores secundarios ya que a los principales, por lo general, se los elige directamente.

La formación oficial para ser actor puede cursarse a través de los estudios de arte dramático, que están considerados enseñanzas de grado superior, reconocidos con un título oficial equiparable a una licenciatura universitaria, pero en lugar de impartirse en una facultad se estudian en escuelas de teatro. La carrera tiene una duración de cuatro años académicos y contempla tres especialidades: dirección de escena y dramaturgia, escenografía e interpretación. Para cursar los estudios de arte dramático es necesario tener el título de bachillerato o el COU y realizar unas pruebas de acceso de la especialidad a la que se opte. Las principales salidas profesionales de los actores se encuentran en el teatro, el cine, la televisión, el doblaje y la publicidad.

 

[ Guionistas, creadores de historias ]

 

Su trabajo consiste en escribir historias que capten la atención del público y le hagan sentirse identificado con los personajes que las protagonizan. Tomando uno o varios temas principales, el guionista prepara una ficha técnica como punto de partida para dar forma al argumento, construye los personajes más adecuados para la historia y se lanza a escribir.

Lo idóneo para trabajar como guionista es cursar estudios especializados en alguna de las escuelas privadas de cinematografía que existen en España o bien acudir a la ESCAC, adscrita a la Universidad de Barcelona, la única que imparte formación universitaria, pero como título propio de graduado superior, ya que la carrera de guionista no está reconocida en nuestro país como carrera oficial. Cabe recordar también que, aunque la licenciatura en comunicación audiovisual no prepara específicamente para trabajar de guionista, esa es una de sus posibles salidas. La mayor parte de los guionistas son autónomos y trabajan de forma individual o formando un equipo aunque también tienen la posibilidad de trabajar por cuenta ajena en una productora. En ese caso pueden trabajar como escaletistas (ponen en orden los episodios de una serie), dialoguistas (escriben los diálogos de los personajes) o argumentistas (perfilan el argumento y las descripciones de los episodios). Hacerse un hueco en el mundo del cine y la TV como guionista no es nada sencillo, pero se puede lograr si se trabaja con calidad y profesionalidad y se crea una buena red de contactos.

 

[ El trabajo de los directores y productores ]

 

La parte más conocida del trabajo del director es la que se desarrolla detrás de las cámaras, pero previamente, el director de cine lleva a cabo otras tareas, entre las que destaca la preparación del documento técnico donde, mediante explicaciones -o un storyboard realizado por un dibujante-, traslada la «historia» de la película a las imágenes que la compondrán, desglosadas en secuencias y planos.

Lo idóneo para trabajar como director de cine es haber pasado por alguna de las escuelas privadas de cinematografía que existen en nuestro país. A esa formación, que incluye materias como fotografía, dramaturgia y guión, hay que añadir el desarrollo de ciertas habilidades, entre las que se encuentran la imaginación, la capacidad visual y la artística y la dirección de equipos.

Trabajar como director no es fácil, pero existen oportunidades. Es posible empezar como auxiliar o ayudante de dirección de producciones para cine y televisión, y al mismo tiempo hacer pinitos dirigiendo piezas cortas, como pueden ser videoclips o spots publicitarios. No hay que olvidar tampoco la dirección de cortometrajes, un trampolín perfecto para dar, finalmente, el gran salto de dirigir una película.

Pero aunque una película tenga detrás a un gran director, sin los productores sería imposible rodarla. Su misión es preparar el proceso que va desde que nace la idea hasta que la copia definitiva de la cinta se distribuye en la salas de cine para su proyección. Eso implica estudiar el guión y ver si tiene salida, preparar el plan de rodaje, organizar el rodaje, definir el presupuesto, buscar fuentes de financiación, negociar la exhibición de la película con las distribuidoras y promocionar el film.

 

La formación para ser productor, impartida en las escuelas privadas de cine de nuestro país, suele constar de cuatro años académicos más la presentación de un proyecto. Antes de llegar a productor es habitual pasar por otras posiciones como las de:

 

Ayudante de producción: entre sus funciones se encuentran conseguir los permisos de rodaje, seleccionar empresas de servicios (alquiler o subcontratación de cámaras, decorados, postproducción, catering, etcétera), preparar las necesidades de rodaje de cada jornada de trabajo, etc.

Director de producción: se encarga de preparar, junto con el ayudante de dirección, los desgloses del guión que dan lugar al Plan de Rodaje y de supervisar la gestión económica y administrativa de la película controlando los imprevistos financieros.

Productor ejecutivo: entre otras funciones, tiene la responsabilidad de conseguir que se cumplan con los plazos de rodaje establecidos y con el presupuesto previsto.