Los estudios superiores cada vez cobran más importancia a la hora de integrarse en el mercado laboral.

Esta realidad afecta a los jóvenes del presente y del futuro, pero también a aquellas personas que aún vayan a estar trabajando dentro de varios años: el reciclaje profesional empieza a ser un proceso más que habitual y esta tendencia también afectará a los que ya estén trabajando en el presente.

Estos datos se sustraen de un estudio llevado a cabo por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, cuya conclusión es que casi el 60 % de los 7.6 millones de oportunidades laborales que habrá en 2015 exigirán un nivel de cualificación alto. En este grupo se incluyen las personas con estudios de Formación Profesional de grado superior o universitarios. El resto de porcentajes se reparten entre un 39,4 % de las ofertas que pedirán a profesionales con estudios medios y un 2,2 % para las que sólo se necesitaría una formación básica.

Estos datos presentan un difícil futuro laboral para aquellas personas que, por cualquier razón, no hayan llegado a los niveles superiores de formación. El estudio, deja clara la importancia de ofrecer una enseñanza de calidad por parte del sistema educativo, de forma que los estudiantes alcancen niveles similares a los de otros países mucho más avanzados en este aspecto que España. Aún así, no todo depende del sistema educativo, puesto que el esfuerzo de las familias y los propios estudiantes es un factor sumamente clave en este proceso.

Además, el estudio citado también señala que la relación entre la enseñanza y la empresa debe continuar reforzándose, de manera que la segunda preste más atención a la formación. Es necesario para mejorar la calidad del aprendizaje así como de la inserción laboral.