En pocos días se conocerán las notas de los exámenes de selectividad, aquellas que permitirán acceder a la universidad a miles de jóvenes en toda España. ¿Qué carrera estudiar? En la respuesta a la pregunta, que nunca ha sido fácil, hoy influyen factores como los bajos salarios españoles en comparación a otros países de Europa y la elevada tasa de desempleo juvenil en la península.  

Según un estudio realizado por Adecco en 2010 y que analiza 198.500 ofertas de trabajo, el 46,13% de las propuestas de trabajo eran para licenciados universitarios, un 21,2% de las ofertas eran para titulados en Formación Profesional y un 32,5% no detallaba cualificación. Entre las carreras con mayores salidas profesionales están la de Administración y Dirección de Empresas (2,79% de las ofertas analizadas por Adecco), IngenieríaIndustrial (2,65%), Económicas (2,2%) y Medicina (1,81%).

Sin embargo, también hay que tener en cuenta las carreras emergentes, cuya demanda crece conforme se modifican algunos perfiles profesionales. La demanda de especialistas en energías renovables, marketing online (SEM, SEO), comunicación en redes sociales y programadores va en aumento pese a la crisis.

Buscar el punto medio

Elegir una carrera es una decisión delicada en la que hay que intentar conciliar las preferencias de cada uno con las profesiones con futuro laboral. Es muy importante tener en cuenta las competencias requeridas en cada profesión, así como las posibilidades de ubicarse en el mercado de trabajo para evitar frustraciones personales al no poder cumplir con las exigencias de una carrera o al no encontrar trabajo.

Por otra parte, es siempre recomendable tener en cuenta las posiciones a las que se puede optar luego de una especialización. En ese sentido, profesiones de humanidades como literatura, filosofía, lingüística o psicología, pueden ampliar su espectro laboral con un máster o postgrado bien elegido.