Superar una oposición no es una carrera de velocidad, sino de profundidad. Por eso, nada mejor que contar con la preparación adecuada para superarla sin dificultad. ¿Cómo? «Con la mentalidad de que es como un trabajo. El que no pueda planteárselo así porque ya lo tiene se lo deberá tomar como un pluriempleo y todos los días hacer algo», subraya la Jefa de Estudios del Centro de Estudios Financieros (CEF), Ángela de las Heras.

Y es que el tiempo, bien administrado, puede convertirse en tu mejor aliado para superar cualquier prueba. De hecho, «a la hora de plantearse una oposición hay que contar con tiempo disponible para poder trabajar todos los días algo», añade De las Heras. En definitiva, debes ser constante.

No obstante, desde el Centro de Estudios Adams señalan que el tiempo de preparación depende de diferentes factores, como el contenido del temario, el número de temas, del sistema de elección, de la cantidad de plazas, del número de horas que se dediquen a estudiar o del tipo de exámenes. Y es que éstos pueden ser de tipo práctico, orales, de tipo test o, por ejemplo, de desarrollo de temas. Así, «se puede decir que no es lo mismo preparar una oposición para acceder al Cuerpo Superior de la Administración General de una comunidad autónoma que al Cuerpo de Auxiliares», subrayan desde Adams.

¿Cuál sería entonces el tiempo de preparación? Esta escuela aconseja dedicar unos nueves meses para acceder a puestos de subalternos, auxiliares administrativos o administrativos. Sin embargo, para acceder a puestos pertenecientes al grupo A (de licenciados o titulados), el tiempo de preparación aconsejable es de dos años. Aún así, siempre dependerá de la habilidad del candidato.

Algo más

Al margen del tiempo que hay que dedicar, existen otros factores determinantes en tu preparación. Desde el Centro de Estudios Financieros consideran que «hay que informarse muy bien acerca de las características de la oposición que vamos a resolver», porque es imprescindible presentarse a las pruebas con todo claro, sin dejar lugar a dudas.

Y para ello puedes acudir a un centro especializado en preparación de oposiciones, donde un profesional te ofrece la oportunidad de resolver todas las dudas que te surjan, «ya que es importante estar orientado, asesorado, guiado y formado por profesionales», añaden en Adams.

Y esa ayuda comienza por el asesoramiento en la elección de la oposición que más te conviene, ya que puedes optar por una que no se encuadre en tu nivel formativo. De este modo, sabrás elegir cuál es la oposición que más se adapta a tus estudios y circunstancias personales. En definitiva, y como señalan los expertos de Adams, te ayudan a elegir «la que tengas más posibilidades de aprobar».

El secreto del éxito: planificación, constancia y disciplina

El Centro de Estudios Financieros nos revela las «reglas de oro» del perfecto opositor, en las que el tiempo y una buena organización ocupan un papel fundamental.

¿Sabes qué pasos has de seguir antes de presentarte a una oposición? Todo es cuestión de «saber aprovechar al máximo tus propias posibilidades y características, organizando el trabajo, modificando y mejorando las técnicas y hábitos de estudio y, también, aprovechando todo el apoyo que ofrecen los preparadores», subrayan en el Centro de Estudios Financieros (CEF). En definitiva, «el éxito del opositor reside en la planificación, la dosificación y la constancia».

Pero vayamos por partes. Esta institución aconseja cumplir unos pasos que constituyen «las reglas de oro» del opositor. Así, además de informarse y resolver todas las dudas para estar preparado, el CEF recomienda tener muy en cuenta factores relacionados con el tiempo. Uno de ellos es marcarse un plazo, ya que «no se puede opositar eternamente». Es decir, ponte una fecha límite para aprobar, un «tope razonable de tiempo». Y si de marcar se trata, también conviene hacerlo a la hora de tener unos objetivos. «Para evitar caer en la desmoralización, el opositor debe marcarse objetivos alcanzables en un corto plazo para que se puedan ver los resultados desde un comienzo», añaden desde el Centro de Estudios Financieros.

Y nada más relacionado con el tiempo que la dedicación al estudio. En este sentido, el CEF advierte que el tiempo de estudio «depende de la oposición que se esté preparando. Pero, por norma general, cuanto más, mejor». Ahora bien, ¿cuándo estudiar, por la mañana o por la noche? «Depende del denominado ‘reloj biológico’ de cada uno». Por lo que el centro clasifica a los estudiantes en dos tipos: los ‘alondras’, que son «aquéllos que prefieren madrugar para comenzar a estudiar muy de mañana porque se concentran mejor», y los ‘búhos’, los que «prefieren estudiar por la noche, cuando la ausencia de ruidos y distracciones les permite aprovechar mejor el tiempo».

Pertenezcas a un tipo o a otro, lo cierto es que en ambos casos debes tener caro que lo importante es crear rutinas de estudio. Es decir, «estudiar siempre a la misma hora, como sucedería con un horario de trabajo cualquiera».

Organízate

No obstante, crear rutinas y planificar un horario no significa que cuanto más se estudia más se rinde. En el CEF aconsejan, sobre todo, organización y planificación. Y es que «ser organizado es la mejor virtud del opositor, y planificar su preparación, la mejor estrategia de éxito».

Para ello, hay que contar con una estrategia, diseñar un programa de trabajo y cumplirlo. Eso sí, «la planificación debe ser realista, flexible, revisable, personalizada y equilibrada». Y para sacar el mayor partido a ese programa, nada mejor que seguir unas técnicas de estudio y, sobre todo, tener en cuenta que la calidad debe primar sobre la cantidad. «Se trata de estudiar mejor, no de estudiar más», recuerdan en el CEF.

¿A qué pruebas te enfrentas?

Test, temas a desarrollar, casos prácticos… Los ejercicios de los que consta una oposición varían en función del tipo. Veamos los más frecuentes.

Presentarse a una oposición supone estar preparado para afrontar las pruebas de las que consta. Éstas son diferentes según la convocatoria. Desde el Centro de Estudios Adams señalan que, en líneas generales, las oposiciones de los subgrupos A1 y A2 (es decir, los antiguos A y B, de Gestión y Superior) están compuestas por un cuestionario tipo test sobre el programa, la redacción de temas genéricos relacionados con el programa establecido o sobre éste y un caso práctico.

Por su parte, las convocatorias del subgrupo C1 (equivalente al antiguo Grupo C, nivel administrativo) cuentan con un cuestionario tipo test psicotécnico y/o cultural, otro test con preguntas sobre el programa y casos prácticos. Para superar las oposiciones del subgrupo C2 (antiguo Grupo D, nivel de auxiliares), hay que aprobar un cuestionario tipo test psicotécnico y/o cultural, un test sobre el programa y una prueba de mecanografía e informática.

En el caso de las oposiciones correspondientes a las Agrupaciones Profesionales (antiguo Grupo E, nivel de subalternos), las pruebas que hay que aprobar son, igualmente, un test psicotécnico y/o cultural y otro sobre el programa, además de un ejercicio específico del cargo ofertado.

En orden

¿Sabes realmente cuál es el proceso de cualquier oposición? Te damos algunas pistas para no perderte en el camino.

Si muchos son los que aspiran a ocupar un puesto en la Administración Pública, la cifra de los que conocen realmente en qué consiste el camino hacia él desciende considerablemente. La Escuela de Estudios Adams señala que el primer paso lo constituye la preparación por parte del candidato. Por su parte, la Administración se encargará de comunicar en un principio las plazas que se convocarán para, después, publicar la oferta en el Boletín Oficial correspondiente.

Una vez hecha pública, los interesados deberán inscribirse y, posteriormente, comprobar si han sido admitidos en las listas que se publican tanto de forma provisional como definitiva. Después de anunciarse la fecha del primer examen y de realizarse, se publicará la lista de aprobados.

Si eres uno de los afortunados que se recojan en ella, deberás presentar los documentos necesarios y solicitar el destino que prefieras.

Y, finalmente, lo que siempre habías estado esperando: tu nombramiento y la toma de posesión como funcionario de carrera.

© Laboris