Si quieres que tu viaje al extranjero en busca de nuevos conocimientos lingüísticos sea todo un éxito, lo primero que tendrás que hacer es comprobar que la empresa elegida cumple con una serie de requisitos mínimos. «Hay que buscar empresas serias, legalmente establecidas y con muchos años de experiencia en la gestión profesional de este tipo de viajes», señala la secretaria general de la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce), Ana Mª Iglesias.

Además de elegir bien la empresa que organiza el curso, hay que tener claro qué es lo que buscamos nosotros. Para ello, nada mejor que realizar un análisis de las necesidades, preferencias y circunstancias personales que cada uno tiene. «Existe una gama amplísima de cursos que se adaptan prácticamente a cualquier edad o situación, por lo que todo el mundo puede encontrar el programa que le conviene», explica Ana Mª Iglesias.

¿Qué tipo de programas son los que suelen ofrecer las empresas? Desde los intensivos, en los que el alumno se aloja en la propia casa del profesor («lo que garantiza un progreso eficaz y en tiempo récord del dominio del idioma») hasta los que permiten preparar los exámenes oficiales, como el TOEFL o Cambridge, en los que también se incluyen clases intensivas.

Otra modalidad de cursos son los denominados work experience (de prácticas laborales) o los programas de au-pair, «que ofrecen otras vivencias y tienen un coste menor», según la responsable de Aseproce. También existen cursos dirigidos de forma específica a estudiantes universitarios y a profesionales, y programas que se adaptan a las necesidades lingüísticas de diferentes carreras: Periodismo, Medicina, Arquitectura, Sociología, etc.

Contrastar opciones

Una vez elegida la modalidad de curso que queremos realizar, hay que consultar varias opciones diferentes y contrastar los precios que piden. Lo más importante es averiguar todo lo que incluye cada programa: duración de las clases, tipo de alojamiento y manutención, traslados, etc. Toda esta información deberá figurar por escrito, en un contrato o documento de condiciones generales.

¿Cuánto tiempo debería durar uno de estos programas para resultar efectivo? Aquí habrá que considerar tanto la duración de la estancia como el número de horas de clase que se reciban. Como señala Ana Mª Iglesias, «se puede conseguir el mismo objetivo en un programa super-intensivo de 30 clases semanales en dos semanas, que en uno general de 15 clases semanales en un mes».

Lo que sí que está claro es que cuanto más dure la estancia en otro país, más progresos se harán. «No obstante, el solo hecho de ir a realizar un curso al extranjero, aunque sea de corta duración, es siempre útil para avanzar en el dominio de una lengua extranjera».

Otro punto a considerar es la importancia de repetir la experiencia, ya que una de las claves para llegar a dominar una lengua (además del contacto directo con ella y del aprendizaje a edades tempranas) es evitar los parones. «Una vez que los conocimientos se empiezan a adquirir, hay que tratar de fijarlos. Por eso nosotros siempre aconsejamos, incluso aunque se estudien idiomas en la universidad o en una academia, que se aprovechen los tiempos de descanso para viajar afuera y realizar cursos específicos de idiomas», concluye Ana Mª Iglesias.

Una entidad con garantías

Desde 1987, Aseproce persigue promover la calidad y profesionalidad de las empresas del sector, así como luchar por los intereses de los estudiantes. Esta entidad sin ánimo de lucro agrupa a más de 70 empresas dedicadas a la organización y gestión de cursos de idiomas en el extranjero.

Para entrar a formar parte de Aseproce, hay que cumplir el código deontológico de esta asociación que obliga, entre otros aspectos, a «informar verazmente a sus clientes antes de la contratación de un programa y a gestionar la estancia en el extranjero de forma eficaz», explica su secretaria general, Ana Mª Iglesias.

Cada año, Aseproce celebra el ‘Salón de los Idiomas’ (la sexta edición tendrá lugar en 2009), en el que se ofertan diferentes cursos de idiomas en el extranjero, además de las novedades en lo que respecta al aprendizaje de lenguas en otros países. Igualmente, la entidad realiza acciones de asesoramiento e información sobre estos cursos, así como sobre su papel fundamental en la formación personal y profesional.

Más información:

Aseproce

Pº de la Castellana, 210, 13º 6ª – 28046 Madrid

Tel.: 902 101 871

www.aseproce.org

Programas a tu medida

Las becas Erasmus son las protagonistas del continente. Pero hay muchas más: desde las Leonardo da Vinci hasta las Grundtvig, pasando por las Faro.

Si quieres poner en marcha o completar tu formación en otro país, tienes todo un universo de posibilidades. Y todas ellas se engloban en el Organismo Autónomo de Programas Educativos Europeos (OAPEE), destinado a fomentar el intercambio, la cooperación y la movilidad entre los sistemas de formación de los países europeos.

En él, podrás encontrar el programa de aprendizaje permanente que más se adapte a tus objetivos. Uno de los más conocidos es el Eras-mus, destinado a facilitar la enseñanza y el aprendizaje de universitarios y estudiantes de formación profesional de nivel terciario en otro país.

Las becas Leonardo da Vinci se centran, sin embargo, en los estudiantes de Formación Profesional, a los que les ofrece la oportunidad de mejorar su aprendizaje en otro país europeo. No obstante, en el marco de este programa se desarrollan las Becas Faro, dirigidas a los estudiantes de los últimos cursos de carrera de cualquier universidad española. A través de ellas, los beneficiarios podrán realizar prácticas en una empresa europea durante un período de seis meses.

El programa Gundtvig, por su parte, se creó con la intención de mejorar la calidad de la educación de adultos en todo el continente, incluyendo así tanto la formal como la no formal, incluido el auto-aprendizaje.

La Comisión Europea, a través del OAPEE, también ofrece una serie de visitas de estudios, que permiten a especialistas en educación y en formación profesional conocer los sistemas de aprendizaje aplicados en otros países.

Más información:

Organismo Autónomo de Programas Educativos Europeos

www.oapee.es

El resto del mundo, a un paso

Desde el Ministerio de Educación se ponen en marcha medidas que hacen posible la realización de prácticas o aprender otros idiomas en el extranjero.

El Ministerio de Educación también pone su granito de arena en la formación a escala europea. Y muestra de ello es la puesta en marcha de programas que han permitido que un gran número de estudiantes españoles continúen su preparación en el extranjero.

Muestra de ello son las Becas Integrants, que ofrecen a 250 titulados universitarios la oportunidad de realizar prácticas en firmas de Estados Unidos y Canadá durante un período de seis a 12 meses. Este programa se puso en marcha en enero del pasado año y estará en vigor durante todo 2008.

Las Becas Argo constituyen otro claro ejemplo de la apuesta española por la formación en Europa. Sus destinatarios también son titulados universitarios, si bien en este caso se les ofrece la posibilidad de realizar prácticas profesionales durante seis meses en empresas de otros países europeos.

A través de este programa, entre el año pasado y hasta 2009 se concederá un total de 830 becas.

Ahora bien, una gran ayuda a la hora de buscar empleo es conocer idiomas, y nada mejor que aprenderlo en el país de origen. Consciente de ello, el MEC ofrece también ayudas destinadas a la preparación de jóvenes en diferentes lenguas. De hecho, gracias a la convocatoria de este año, cerca de 40.000 jóvenes de entre 18 y 30 años podrán estudiar inglés en el extranjero. No obstante, los que estén interesados en otras lenguas también pueden optar a una beca, ya que el Ministerio ofrece, por ejemplo, ayudas para estudiar francés a jóvenes menores de 20 años y alemán o francés a alumnos de ciclos formativos de grado superior en el país donde es lengua oficial.

Más información:

Becas Integrants

www.integrants.es

Becas Argo

www.becasargo.net

Ministerio de Educación y Ciencia

www.mec.es

www.becasmec.org

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