¿Por qué se hacía necesaria la Declaración de Bolonia? Porque hasta el momento, los universitarios españoles, y muchos otros europeos, tenían un gran inconveniente: las posibilidades todavía limitadas para continuar su formación fuera de nuestras fronteras. Esos problemas tenían que ver con escollos tan importantes como la dificultad para homologar algunas titulaciones.

Acabar con esta situación es lo que propone el proceso de Bolonia que dio paso al Espacio Europeo de Educación Superior, ya que uno de sus pilares es la apuesta por la movilidad, el poder cursar estudios en cualquier universidad europea consiguiendo una titulación completamente homologable. Para que esto se convierta en realidad se necesitaba crear un sistema común, el que estará plenamente operativo en 2010.

El 21 de enero de 2005 se publicaba un Real Decreto por el que el sistema educativo vigente hasta el momento llegaba a un punto y final definitivo al establecer la estructura de las enseñanzas universitarias, tanto las de grado como las de postgrado.

Con todo ello se consigue, según el texto, «la colaboración entre universidades, españolas y extranjeras, para que puedan organizar conjuntamente programas de postgrado conducentes a la obtención de un mismo título o de una múltiple titulación oficial de master o de doctor».

La fecha límite para la puesta en marcha del Espacio Europeo de Educación Superior está marcada para el año 2010. El Gobierno español está adoptando todas las medidas necesarias para incorporarse plenamente y a tiempo al EEES, razón por la que ya son cientos los master y programas de doctorados adaptados que comenzaron a impartirse el pasado curso.

Una apuesta por la movilidad y la homologación

Las siglas EEES sonaban a chino a la mayoría de la población pero ahora, a tres años de que entre en vigor con todo su peso, el Espacio Europeo de Educación Superior, el EEES, es un término familiar para la gran mayoría de la comunidad educativa. Se trata, en definitiva, de una idea que servirá para armonizar los sistemas universitarios de los países europeos apostando por la movilidad de los estudiantes y titulados del continente.

El Espacio Europeo de Educación Superior comenzó a gestarse el 25 de mayo de 1998, cuando los ministros del ramo de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido firmaron en la Sorbona una declaración instando a poner en marcha una iniciativa que apostara por conseguir un denominador común en la educación superior de la UE.

El siguiente paso fue la Declaración de Bolonia del 19 de junio de 1999, que contó con la asistencia de 30 Estados europeos, ya que no sólo estuvieron presentes los países de la Unión Europea sino también los del Espacio Europeo de Libre Comercio y los del este y centro del continente.

Bolonia fue el primer paso para la construcción de un Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), basado en principios como la mejora de la competitividad y el atractivo internacional de la educación superior europea, la mejora de la empleabilidad de los graduados del continente y el desarrollo de la movilidad interna y externa de estudiantes y graduados.

La Declaración de Bolonia promueve la puesta en marcha de un sistema que permita comparar las titulaciones mediante un sistema común dividido en bloques: el primer ciclo o grado (las actuales carreras), el segundo ciclo (postgrado) y el tercero (doctorado). Defiende la instauración de un programa de créditos específicos (sistema ECTS).

La apuesta por la movilidad de los estudiantes es otro de los puntos fuertes del Espacio Europeo de Educación Superior, razón por la que el programa de becas Erasmus se ha considerado como el pionero del proyecto.

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