La conciliación es un tema que, a día de hoy, está en boca de todos. Pero todavía son pocas las empresas que en España apuestan por ofrecer medidas de esta índole a sus empleados. ¿Dónde radica el problema? Quizás se trata de un tema de educación, de mentalizarnos de que conciliar es algo más que una moda.

El ‘IV Premio Concilia’, iniciativa puesta en marcha por la Asociación Mujer, Familia y Trabajo y el Área de Gobierno de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, busca sensibilizar a los estudiantes universitarios (quienes se convertirán en los profesionales del futuro) sobre la importancia de las políticas empresariales que permitan conciliar.

Ocho han sido los proyectos finalistas seleccionados para esta edición, tres de los cuales se han alzado con los respectivos galardones: 3.000 euros, 1.500 y 1.000 euros para el primero, segundo y tercer premiados respectivamente.

La delegada de Familia y Servicios Sociales del consistorio madrileño, Concepción Dancausa, afirmaba durante la ceremonia de entrega que está convencida de que la situación va a mejorar «como ocurre en otros países europeos». Además, insistió en la «necesidad» de un cambio de mentalidad, la inclusión de «nuevas» normas de funcionamiento de trabajo, de «más» servicios públicos y «más» guarderías. «Todavía queda mucho por hacer pero se ha avanzado mucho, pues hace diez años nadie hablaba de conciliación».

Para saber cómo piensan los universitarios en este tema, te contamos en qué consisten cada uno de los proyectos premiados, de la mano de sus promotores.

La web conciliadora

‘Webcilia’ es el proyecto de Roberto Fernández y Marina Retama, de la Universidad Autónoma de Madrid.

Conciliar e internet. A priori parecen dos buenos ingredientes que, unidos desembocan en Webcilia, la «web conciliadora», en palabras de uno de sus creadores, Roberto Fernández Matellano. Este estudiante de 21 años ha sido galardonado con el primer premio esta cuarta edición de Concilia. Y no ha estado sólo en el proyecto. Marina Retama, de su misma edad y compañera de clase (ambos estudian el último año de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Autónoma de Madrid), representa el otro 50 por ciento del proyecto.

Pero, ¿qué es Webcilia? Se trata de un portal web, que se puede aplicar en cualquier empresa, dividido en cinco secciones: Agenda, Empleo y Formación, Foro Conciliador, Webcilia te apoya y Webcilia Junior. Cada una de ellas busca facilitar la conciliación de la vida personal con la profesional de los empleados. Por ejemplo, cursos de verano para los hijos de los trabajadores, un chat con el psicólogo de la compañía, un directorio de abogados, canguros, academias, etc.

Lo más importante para ellos era «mejorar la motivación de los empleados», uno de los puntos básicos para incrementar las tasas de productividad, que en España están por los suelos.

Soluciones por poco dinero

Laura Rivera es la creadora de la propuesta ‘Regalos Casanueva’, premiada con el segundo puesto.

El proyecto Regalos Casanueva parte de una empresa de regalos (aunque el sector es lo de menos) que pone en marcha una serie de medidas conciliadoras. Y por poco dinero, según señala su promotora, la estudiante de la Universidad Rey Juan Carlos, Laura Rivera Alvear. La mayoría de las medidas son muy simples y fáciles de aplicar: montar una guardería en una zona libre de la empresa y a un precio muy reducido, horarios flexibles y diferentes, para que cada uno pueda adaptarse a sus situaciones personales, etc.

«Me he centrado en demostrar a los empresarios que se barato», comenta Laura, de 24 años. Así, una de sus propuestas es premiar a sus trabajadores con un viaje, a modo de incentivo. Uno a Túnez, para dos personas, sólo tendría un coste de 120 euros. Mucho menos de lo esperado por las compañías. Y no hablamos de un imposible. «Cuando premiaron mi trabajo, me dijeron que era el más factible y el más realista», recuerda.

De la mano de una primeriza

Con el trabajo ‘Un día con Laura’, Iván González-Berenguer Peña se alzó con el Tercer premio.

Una madre primeriza descubre en su primer día de trabajo todas las ayudas que, en materia de conciliación, le ofrece su empresa: guardería en la oficina, jornada reducida, salario íntegro… Pero, al final de la jornada, la joven madre, de nombre Laura, descubre que todo ha sido un sueño y que, al día siguiente, tiene que dejar al niño con su madre, no tiene guardería en la empresa, tiene jornada completa, le han impuesto el horario y le han reducido el salario. Un jarro de agua fría.

Éste es el proyecto presentado por Iván González-Berenguer Peña al Premio Concilia, que se ha alzado con el tercer puesto. «He continuado la investigación que hice el año pasado (cuando quedé como finalista), a nivel europeo y nacional, y he visto los cambios que se han producido durante 2007». Y, esta vez sí, el resultado ha conquistado al jurado, pese a salirse un poco de todo lo que se ha presentado. «Se salía un poco de los parámetros que exigían, pero me ha gustado que lo hayan entendido, que hayan sabido comprender lo que quería transmitir».

Este mensaje es el de que una empresa puede poner todo de su mano para facilitar la conciliación a sus trabajadores. Simplemente hay que cambiar la mentalidad.

«El problema todavía no me concierne pero soy consciente de que, en un futuro cercano, sí que tendré que lidiar con problemas como estos, o incluso peores», afirma Iván. Por lo que le gustaría que las cosas cambiaran. «La situación está mal en España en este punto. Somos el país que más trabajamos de toda la UE (39,6 horas) y uno de los que menos productividad tenemos», explica este estudiante de Administración y Dirección de Empresas de la Universidad Complutense de Madrid.

«No hay motivación por parte de los trabajadores, ni interiorización de la cultura empresarial, ni concienciación del grado de trabajo, ni un objetivo común. Algo falla».

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