¿Dónde pasamos tantas horas, o más, que en nuestra casa? En nuestro lugar de trabajo. La oficina, por lo tanto, se convierte en un entorno en el que transcurren los días de muchos empleados, por lo que ésta tiene que ser lo más agradable posible para contribuir al bienestar, tanto físico como mental, del trabajador.

La celebración del ‘Salón Internacional del Mobiliario de Oficina y Equipamiento de Colectividades’, Ofitec, que tendrá lugar entre el 26 y el 29 de febrero en la Feria de Madrid, hace mucho hincapié en presentar una oferta de mobiliario orientada a conseguir la oficina ideal. ¿Qué características definen a ésta? Las generales, aplicables a cualquier entorno de trabajo, hacen referencia al mobiliario (ergonómico, con materiales ecológicos); la iluminación (de luz natural y que evite brillos) y el ambiente (el ruido no debe sobrepasar los 50 decibelios y la temperatura estará entre los 20 y los 25 grados en invierno y en verano).

Desde Ofitec se ha hecho público un decálogo que profundiza en los puntos fundamentales para lograr que el lugar de trabajo se parezca, lo más posible, a la oficina soñada.

Más ergonomía

El primer punto hace mención al mobiliario, que debería ser ergonómico para que el día a día se realice con la mayor calidad posible. Este punto incide, de manera directa, en el absentismo del puesto, ocasionado por las molestias físicas que provocan unos muebles deficientes. Si el trabajador se encuentra cómodo en su puesto, su productividad aumenta.

La responsabilidad social corporativa también está muy relacionada con la apuesta de muchas compañías por la utilización de materiales ecológicos y responsables con el medio ambiente. Uno de los sustitutos perfectos para la tradicional madera es el bambú, considerado una hierba y no un árbol. Las melaminas que imitan a la madera, el metacrilato, el vidrio y el aluminio marcan las últimas tendencias en cuanto a la elección del mobiliario.

Un tercer punto mencionado es el de la iluminación, donde lo más importante es un mejor aprovechamiento de la luz natural. Fatiga ocular, cansancio, dolor de cabeza, falta de atención, desánimo, depresión, irritabilidad, fatiga y estrés son algunos de los efectos que puede ocasionar una oficina mal iluminada. Y éstos pueden derivar, a su vez, en accidentes, poco rendimiento y bajas laborales.

La guía Ergonomía: bienestar y salud en la oficina, publicada por la compañía Ofita, especializada en el sector del mobiliario de oficina, señala varios requisitos para que una oficina cuente con una buena iluminación: un nivel adecuado a la tarea (se consigue con alumbrados mixtos), la ausencia de deslumbramientos y brillos, emplear la luz natural siempre que sea posible, evitar que parpadeen los tubos fluorescentesy no situar objetos brillantes detrás de la pantalla del ordenador.

Elegir el color

Uno de los aspectos destacados desde Ofitec es el del cromatismo, muy vinculado a la iluminación. Los colores elegidos han de motivar a los trabajadores. Desde el punto de vista psicológico, lo más recomendable es aplicar diferentes colores en una oficina, para no saturar la mente de quienes trabajan en ese lugar.

Una buena mezcla sería un techo en marfil o amarillo limón, combinado con paredes en tonos blancos o pastel (azul grisáceo, rosa pálido, crema, ocre claro, azul pastel, amarillo vivo, verde claro, etc.) yel suelo en verde hoja, azul oscuro o gris.

Silencio, por favor

Los trabajadores que están expuestos a elevados niveles de ruido sufrirán por este tema en el futuro. De hecho, entre el 35 y el 40 por ciento de los profesionales que reciben niveles de ruido superiores a los 90 decibelios, tendrán pérdidas auditivas después de los 60 años.

El ruido en el lugar de trabajo ocasiona una tensión en el empleado que puede derivar en estrés, fatiga, depresión e irritabilidad, además de otras patologías más graves.

Desde la Organización Mundial de la Salud se recomienda no superar los 55 decibelios (dB) a lo largo del día, de modo que el cuerpo no sufra alteraciones. El nivel medio existente en una oficina suele rondar los 70 dB, cuando el máximo recomendado son 50 en zonas operativas y despachos y 40 en salas de conferencia.

La ventilación también es uno de los factores que deben tenerse en cuenta. La firma Ofita, que participa como expositora en Ofitec, señala que la temperatura más adecuada va de los 20 a los 25 grados centígrados. Además, se aconseja la renovación del aire mediante la apertura de las ventanas.

Donde cabe uno…

El espacio en el que uno interactúa debe ser suficiente para sentirse cómodo, tanto fuera como dentro del trabajo. La oficina debe otorgar al empleado el sitio necesario para que no tenga que adoptar posturas forzadas. Las empresas cada vez ponen más atención en este punto, de modo que la calidad del espacio ofrecido se tiene en cuenta por los propios trabajadores, hasta el punto de que influye en la competitividad de la compañía. La oficina ideal será aquella en la que el puesto se adapte a la persona y al tipo de trabajo realizado y no al contrario.

Un punto muy importante en cualquier entorno laboral es el de la higiene. Unas buenas condiciones higiénicas tanto en la instalación como en los alrededores evita que el lugar se convierta en caldo de cultivo para el posterior desarrollo de enfermedades infecciosas.

Como señalan desde Ofitec, «desinfectar diariamente los baños, limpiar el polvo de todo el mobiliario y de las moquetas, así como el que se acumule en los lugares destinados a almacenar documentos o utensilios de trabajo, ordenar el material de oficina y no acumular papeles y desperdicios son algunas normas básicas de higiene que ayudan a mantener las instalaciones en buen uso».

Adaptados a cada puesto

La distribución del espacio de trabajo debe adaptarse a las necesidades propias de cada puesto. Las últimas tendencias apuestan por los lugares más diáfanos y flexibles, en los que se facilite la interacción entre las personas, el trabajo en equipo y la ruptura de las barreras jerárquicas. Para lograrlo conviene utilizar paredes y muebles modulares, ya que facilitan que el espacio se adapte a la organización del trabajo y a la fluctuación de los trabajadores. El último aspecto señalado es el de la decoración. Ésta no debe ser muy recargada, para evitar las distracciones. Un buen sustituto se encuentra en la iluminación y el color en paredes, suelos y mobiliario. Igualmente, las plantas permiten aportar grandes dosis de vida ylos cuadros decorativos o las pantallas de plasma con videos corporativos son los preferidos en la oficina ideal.

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