Ignacio Buqueras, Presidente de la Fundación Independiente

Los horarios españoles con jornadas de trabajo interminables no conducen a ninguna parte. Así lo cree Ignacio Buqueras, un empresario empeñado en que España ponga el reloj en hora con Europa. Su propuesta está empezando a ser escuchada.

En sus intervenciones públicas es habitual oírle decir que en España la productividad es inferior a la media comunitaria cuando tenemos unos horarios mucho más amplios. ¿De verdad cree que calentamos la silla?

Lo que creo es que no sabemos apreciar el valor del tiempo y es de singular importancia queaprendamos a valorar cada uno de los minutos que tienen las veinticuatro horas del día, tanto los nuestros como los que pertenecen a los demás.

No se puede generalizar, pero hay personas que se sienten orgullosas de prolongar su horario de trabajo porque piensan que con ello se están entregando más a la empresa cuando de lo que deberían sentirse orgullosas es de salir a su hora con el trabajo terminado y bien hecho. Otras, por el contrario, no tienen más remedio que acabar tarde porque es lo que hacen sus jefes yhan de estar en la oficina por si sus superiores las necesitan.

Esto pasa a menudo cuando hay comidas de trabajo, que muchas veces acaban a las cinco, de forma que cuando el jefe vuelve a la oficina por la tarde es la hora en que los demás deberían acabar su jornada, pero no la terminan. Creo que este tema merece una reflexión nacional.

Pero la productividad depende de otros factores además del tiempo de trabajo.

Desde luego, del desarrollo y el uso de las nuevas tecnologías, por ejemplo, pero también de la formación profesional, y ¿cuándo va a formarse la gente para ser más competitiva en su puesto con los horarios que tiene? Y ya no hablemos de conciliar trabajo y familia, es imposible, y al final la gran perjudicada es la mujer, que con unos horarios tan intempestivos difícilmente puede progresar en la empresa y llegar a todo.

Necesitamos una revolución en materia de horarios de trabajo. De la misma forma que aceptamos el euro deberíamos volver a tener los mismos horarios que la mayoría de los países de Europa.

¿En qué no siempre hemos sido diferentes al resto?

Hasta los años 30 nuestros horarios eran similares a los de Europa. Luego llegaron los almuerzos largos y el pluriempleo y eso hizo que las jornadas de trabajo empezaran a prolongarse indefinidamente. La rutina ha hecho el resto hasta el punto de que a algunas personas les parece normal trabajar hasta tan tarde y no se dan cuenta de que es absurdo hasta que no reflexionan sobre ello.

Bueno, al menos es un alivio saber que existe una Comisión Nacional que se empeña en que volvamos a tener horarios europeos. ¿Quién tuvo la buena idea de crearla?

Lo que hicimos fue invitar a personas de diferentes sectores a hablar del tema. Llamamos a los ministerios de Educación, Trabajo y Sanidad, la CEOE, los sindicatos, las comunidades autónomas, el Consejo Económico y Social… En total, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles y su Normalización con los demás Países Europeos, -entidad de nombre interminable- está formada por unas 70 instituciones.

Nos reunimos una vez al mes y los representantes de cada institución proyectan luego entre su gente lo que se ha tratado durante el encuentro.

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