¿Es tu jefe un buen líder?

Todo profesional con personas a su cargo se ha preguntado en alguna ocasión si un líder nace o se hace. Mercè Sala, que durante varios años estuvo al frente de RENFE, fue consejera delegada de la empresa industrial Temoinsa y es la actual presidenta del Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya, cree que el liderazgo es una capacidad que algunas personas poseen en mayor medida que otras, pero que todas pueden desarrollar. ¿De qué modo? Sala lo explica en El encanto de Hamelín, utilizando como hilo conductor el popular cuento del flautista.

Los habitantes de la próspera ciudad de Hamelín se ven sorprendidos por una invasión de ratones. No saben qué hacer para resolver el problema hasta que un flautista se lleva a los roedores al río, sin esfuerzo ni violencia, simplemente tocando una música encantadora.

Esta fábula tradicional permite a la autora ejemplificar las cualidades del líder empresarial. Como el flautista del cuento, que dirige primero a los ratones y luego a los niños, el experto en liderazgo es capaz de atraer tanto a su equipo de trabajo como a los clientes a través de su inspiración, creatividad y visión de conjunto.

Sala hace hincapié en que los líderes que saben escuchar, se preocupan por las personas y las ayudan a crecer son los que ejercen un liderazgo más efectivo. La conclusión no es nueva, pero las argumentaciones y consejos de la autora nos aportan un interesante punto de vista. Éstos son algunos de los principales aspectos que Mercè Sala aborda en su libro a lo largo de los cinco capítulos en los que está estructurado el texto:

  • Claves de un líder empresarial. El líder contemporáneo comparte responsabilidades; dirige las tareas de su equipo, pero además se autoevalúa en lo que respecta al trabajo y la gestión que lleva a cabo directamente; ayuda a crecer profesionalmente a los miembros de su equipo y se preocupa por ellos pues los considera el principal activo de la empresa. Dirige por valores; ve en el conflicto una oportunidad; escucha las opiniones de los demás; es proactivo; se centra en los procesos y en las personas; se preocupa por el conjunto de la organización y no sólo por el departamento que él dirige; piensa a escala global; y es competitivo, pero tiene en cuenta el beneficio de aquellos con los que interactúa: proveedores, clientes…
  • Un estilo femenino de liderazgo. La autora recoge el testimonio de mujeres que ocupan cargos de dirección y a la hora de opinar sobre si existen diferencias respecto al estilo de liderazgo de los hombres afirma: «las mujeres hemos de confiar en nuestra inteligencia e identidad sin imitar las actitudes masculinas a la hora de dirigir. La cultura femenina da importancia a la intimidad, al detalle, a las relaciones personales y al fondo de las cosas».
  • El líder y su organización. Las estructuras piramidales ya no funcionan, hoy para ser competitivas, las empresas han de gestionar la inteligencia de las personas que trabajan en ellas. Mercè Sala apuesta por el liderazgo emprendedor, que promueve la organización en red; confía en los trabajadores, pero les exige compromiso; presta mucha atención a las necesidades del consumidor, y anima a la empresa a que se pregunte constantemente hacia dónde va.
  • La música del flautista. La autora sintetiza el mensaje de diez grandes libros y de algunas películas que aportan ideas interesantes sobre el liderazgo. Apunta además tres principios para que una empresa funcione bien: priorizar lo verdaderamente importante, observar los problemas con perspectiva e intervenir sobre los aspectos que frenan el buen funcionamiento de la empresa.
  • La melodía del éxito. Mercè Sala la sintetiza en estos principios: innovar, actuar en lugar de reaccionar, y saber que el mayor capital de una empresa son sus ideas, que ser fiel a unos principios fortalece el liderazgo y que el mejor liderazgo es el que menos se nota.

[Entrevista con Mercè Sala, autora de ‘El encanto de Hamelín’]

«Las personas esperan que se les dé la opción de opinar»

Una de las virtudes que ha de poseer un líder, -tal como usted lo describe en El encanto de Hamelín-, es la de conducir personas en lugar de limitarse a darles órdenes. Ese perfil escasea, ¿no cree?

Hasta hace poco las empresas no se habían planteado nada de esto y tampoco las universidades, que es donde se forman muchos de los futuros líderes, así que los directivos de hoy actúan de manera intuitiva, pero con la intuición no es suficiente. Conducir equipos significa compartir. Si un directivo cree que las personas de su equipo esperan simplemente recibir órdenes se equivoca,lo que esperan es que se les de la opción de opinar, así el trabajo podrá realizarse de la forma en que el directivo cree adecuada, pero con las aportaciones de los profesionales que lo llevan a cabo.

«No se puede liderar aquello que no existe», asegura en su libro. ¿Qué puede hacer un líder cuando se encuentra en una organización sin un proyecto claro?

Lo mejor es que compre el periódico, busque empleo y cambie de trabajo. Las empresas que no tienen claros sus objetivos no van a ninguna parte.

De acuerdo con sus palabras, los tópicos sobre el liderazgo constituyen uno de los principales obstáculos para el triunfo de los nuevos perfiles de líderes.

Cuando hablo de tópicos me refiero sobre todo a los relacionados con las personas. Los peores son la falta de respeto hacia los colaboradores, el no preocuparse por ellos, no escucharlos y no tener en cuenta sus opiniones. Si además el líder tiene miedo se comportará de forma autoritaria. Un líder ha de superar sus miedos.

¿Cómo definiría los tres tipos de líder de los que habla en su libro: el carismático, el heroico y el místico?

El líder carismático es el que piensa que la gente le seguirá simplemente por su capacidad para atraer y fascinar; el heroico cree que salva el día a día apagando fuegos y no planifica; y el místico es el que no toca con los pies en el suelo y por eso no acaba nunca de tomar decisiones.

¿Es cierto que el liderazgo que ejercen las mujeres es distinto al de los hombres o se trata de un tópico?

Al abordar esta cuestión en El encanto de Hamelín he preferido ser cauta y he optado por recoger las opiniones de mujeres que lideran empresas o áreas de negocio. Tras leer lo que comentan uno se pregunta, ¿habría dicho lo mismo un hombre? Yo creo que no, que hay matices. Pienso que la mujer por su condición de madre y por la dificultad de compaginar empleo y familia tiene más acentuadas la virtud de ser comprensiva y la capacidad de ser creativa.

¿Qué es lo más valioso sobre el liderazgo que ha aprendido estando al frente de diversas empresas?

He aprendido que los aspectos técnicos son importantes, pero que por encima de ellos, lo esencial son las personas.

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