El Instituto Superior de Arte (I Art), que durante el próximo curso cumplirá los cuatro años de existencia, ha conseguido posicionarse como un referente en el sector, pese a su corta trayectoria. Basta con echar un vistazo al número de matriculados del último año: más de un millar. Además, cuenta con un equipo docente que ronda los 130/140 profesionales que, en estos momentos, quiere ampliar.

Como sostiene Óscar Garcinuño, Jefe de Estudios del I Art, «queremos reforzarlo para introducir más y mejores profesionales y, sobre todo, para ampliar tanto en áreas de conocimiento y en ofertas dentro de esas áreas, como en posibles ampliaciones geográficas».

De hecho, su sede, que está ubicada en una céntrica calle de Madrid, no sólo recibe estudiantes de la capital, sino que cada vez cuenta con más alumnos de otras ciudades y provincias. Incluso llegan interesados de fuera de España. «Estamos intentando paliar esta situación con la formación a distancia. Ésta se va a ampliar de cara a futuros años académicos», comenta. «Se está barajando la posibilidad de intentar ofrecer formación en otras ciudades, siempre que se cuente con personal suficiente y de calidad».

¿Qué tipo de profesor buscan en I Art? La persona ideal es aquella que tiene unos conocimientos del sector, de la materia o el área que imparte, y, además, cuenta con vocación docente. Es decir, la persona que explica la materia al alumno debe conocerla no sólo a nivel teórico sino que también por su desarrollo profesional la ha puesto en práctica. «Como solemos decir coloquialmente, que venga por la tarde al aula a contar lo que ha estado haciendo por la mañana».

De este modo, si se imparte un curso de dirección y gestión de galerías de arte, que una parte importante del mismo sea impartida por un director de una galería. O si se trata de un programa sobre administración y gestión de una casa de subastas, que sea el director de una de ellas quien acuda a contar, de primera mano, cómo funciona.

Un perfil complicado

Obviamente, encontrar a personal que se ajuste a este perfil resulta complicado. Muchas veces, la persona tiene los conocimientos requeridos, pero carece de capacidad para enseñarlos. Para solucionarlo, el I Art opta por profesores que dispongan de conocimientos y habilidades docentes, y lo enriquecen con la presencia del profesional, que acude a impartir una charla durante una o dos sesiones.

«Ha habido profesionales que han comenzado dando una o dos sesiones como conferencias y después han terminado, en convocatorias posteriores, impartiendo dos cursos completos», señala Óscar Garcinuño. «Nos gusta que las incorporaciones sean de forma progresiva, porque nos da tiempo a conocernos mucho mejor».

El primer paso que deben dar las personas interesadas es enviar su historial profesional. Eso sí: tendrán que hacerlo por correo ordinario, no vale mandarlo a través de e-mail. «Nosotros evaluaremos todos esos currículos y, en función del perfil buscado, haremos una primera selección».

Quienes superen la primera criba curricular tendrán que elaborar dos documentos diferentes: una propuesta docente y una unidad didáctica. En función de esa documentación, se les citará para mantener una entrevista personal, teniendo que defender su proyecto y unidad didáctica. De ahí saldrán las personas finalmente seleccionadas.

¿Qué áreas de conocimiento son las que busca cubrir el I Art con esta contratación de docentes? Historia; historia del arte; historia de las artes decorativas; mercado del arte; bellas artes; conservación y restauración; derecho y periodismo; marketing, ventas, empresa, dirección, organización y gestión aplicadas al patrimonio histórico, artístico y cultural y sus agentes.

Un mercado difícil

El mercado laboral relacionado con el mundo del arte está muy complicado. De ahí que sea necesario especializarse en un ámbito concreto, para incrementar las posibilidades de encontrar un empleo. Y ahí es donde se ubica el Instituto Superior de Arte que «nace con la pretensión modesta de intentar profesionalizar, de forma clara, un ámbito como el de las humanidades», señala Óscar Garcinuño, Jefe de Estudios de la institución.

© Laboris