El espíritu emprendedor ha vivido un fuerte impulso en nuestro país en los últimos años. Cada día son más las personas que intentan hacer realidad su idea de negocio, aunque para conseguirlo tengan que superar todo tipo de dificultades.

Entre ellas, en muchos casos, está su escasa o nula formación en temas de gestión empresarial, una carencia que muchos emprendedores tratan de solventar a través de cursos de creación de empresas.

Hay varias modalidades, desde seminarios de muy pocas horas en los que se apuntan los temas básicos -elección de la forma jurídica, contenidos del plan de empresa…- hasta cursos de varios meses en los que además de desarrollar en profundidad estos temas se abordan aspectos de marketing, estrategia o técnicas de venta.

Entre las entidades que imparten formación para emprendedores destacan las áreas de promoción económica de algunos ayuntamientos y gobiernos autonómicos, que generalmente ofrecen cursos subvencionados. Una formación que va acompañada, en la mayoría de casos, de tutorías y servicios de asesoramiento.

Crear el Plan de Empresa

En la agencia de desarrollo local del Ayuntamiento de Barcelona, Barcelona Activa, encontramos un ejemplo de curso de larga duración, dedicado exclusivamente a mujeres emprendedoras.

A lo largo de seis meses, dos grupos de unas 25 mujeres reciben formación en marketing, técnicas de venta, investigación comercial, contabilidad, finanzas, gestión de recursos humanos y dirección estratégica. Al mismo tiempo, desarrollan, a través de un sistema de tutorías, la «biblia» de su proyecto de negocio: el Plan de Empresa.

Son mujeres de todas las edades con ideas de negocio muy diversas: marketing para el sector farmacéutico, seguridad informática, postproducción audiovisual, creación de productos multimedia, servicios a la tercera edad…

Algunas de las alumnas ya han puesto en marcha su empresa, otras tienen el proyecto muy avanzado y otras están en las fases iniciales. Pero todas forman un grupo homogéneo en lo fundamental: comparten la dosis de atrevimiento y ambición que se requiere para ser empresaria.

Las clases del curso se concentran en un sólo día a la semana, en el que se imparte una sesión intensiva de cinco horas. Trabajan en grupos y a menudo toman como ejemplos sus propias empresas o proyectos de empresa. Lo hacen, por ejemplo, cuando desarrollan un plan de marketing o cuando establecen estrategias de negocio a tres años vista.

Preguntadas por lo que más valoran del curso, las alumnas coinciden en la importancia de conocer a mujeres con sus mismas inquietudes. «Te hace sentir acompañada», señalan al unísono. También destacan que reciben muchísima información y que las clases les permiten tomar conciencia de sus carencias y conocer mejor el mundo de los negocios en general.

Prácticas de contabilidad y finanzas

La metodología de los cursos es distinta en la Escuela Joven de Iniciativas Empresariales de Madrid.

Esta entidad, vinculada al gobierno autónomo, ofrece por un lado seminarios de 12 horas en los que se explica, de forma muy sintética, la información que deben incluir el Plan de Empresa y el de viabilidad.

Al mismo tiempo, la escuela está impartiendo un curso semipresencial con 20 horas de clase en el aula y entre 40 y 60 de autoaprendizaje a través de una plataforma virtual.

Los participantes son emprendedores de hasta 30 años -hombres y mujeres- entre los que conviven titulados en economía con profesionales sin formación empresarial, pero con años de experiencia.

Según explican los responsables de esta escuela, incluso los titulados en economía o empresariales valoran mucho las clases de contabilidad, porque su formación académica no está orientada a la microempresa, sino a temas de macroeconomía y grandes organizaciones.

Desde el Instituto Valenciano de la Juventud (IVAJ) corroboran este último extremo. Según los técnicos del programa de creación de empresas del IVAJ, incluso los titulados en derecho tienen problemas con la aplicación práctica de los temas jurídicos y fiscales.

El IVAJ ofrece cursos para emprendedores por toda la Comunidad Valenciana. En apenas 20 horas se explica paso a paso el proceso de creación de la empresa -con una práctica de tributación y otra de diseño del plan financiero– y luego los alumnos pasan a la fase de asesoramiento personalizado.

Hábitos emprendedores

Si los cursos de Barcelona Activa y los que ofrecen los gobiernos de Madrid y Valencia ponen el énfasis en aspectos muy prácticos, otras entidades optan por potenciar las actitudes y los hábitos que van ligados al hecho mismo de emprender.
Es el caso del Ajuntament de Terrassa (Barcelona), que a través de Foment de Terrassa, S.A., gestiona un vivero de empresas y ofrece cursos para mujeres emprendedoras.

En estos cursos -que constan de 17 sesiones de cuatro horas y se acompañan de tutorías- se dedica la mitad del tiempo a las áreas comercial, de marketing y de finanzas y el resto a potenciar habilidades clave para crear una empresa: búsqueda de información, detección de oportunidades de negocio, capacidad de negociación, autoconfianza, asertividad…

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