Una de las opciones de negocio que más adeptos gana entre los emprendedores de nuestro país que deciden lanzarse a la arena empresarial es el de la franquicia. El número de enseñas que actualmente operan en nuestro país ha experimentado un notable crecimiento, los últimos datos aportados por el informe anual que elabora Mundofranquicia consulting reflejan que existen un total de 1.135, lo que supone un incremento del 19,1 por ciento, y muy superior al que se dio el año pasado.

Las cifras que mueve el sector constatan que la franquicia es un sector dinámico y plenamente consolidado, ya que, según los cálculos de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), el sector facturó 24.676,9 millones de euros en 2007, un 5 por ciento más que en 2006. En total, unos 59.000 establecimientos desarrollaron el año pasado su actividad como franquiciados, un 5,4 por ciento más que en 2006.

Hostelería y moda siguen siendo los sectores por los que deciden apostar los nuevos emprendedores, pero cabe destacar el crecimiento experimentado por el sector de estética y cuidado personal, y el de finanzas y seguros, este último con 50 cadenas operativas que lo sitúan en el 6.º puesto del total de sectores.

El sector de la restauración sigue siendo el que produce una mayor facturación media por enseña, cercana a los 34 millones de euros. En cuanto a número de empleos, el sector servicios es el que agrupa al mayor porcentaje con un 46 por ciento del empleo total, 4 puntos por encima respecto al año anterior, lo que supone más de 112.000 puestos de trabajo.

Las franquicias dieron empleo en total a 244.000 personas durante 2007. El porcentaje de empleos directos relacionados con el sistema de franquicia en España representa el 12,2 por ciento del personal ocupado en el global del comercio minorista, que según la última Encuesta de Población Activa se sitúa en 1,998 millones de personas.

El 33 por ciento de las enseñas que operan en España se concentran en la Comunidad de Madrid, según datos de la Asociación Española de Franquiciadores. Las 281 enseñas madrileñas alcanzan el 37 por ciento de los 24.677 millones de euros que factura el sector de la franquicia en España. Junto a Madrid, otras tres comunidades autónomas: Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía aglutinan el 65 por ciento de las enseñas franquiciadoras.

Por el contrario, otras nueve comunidades autónomas no alcanzan las 15 cadenas de franquicia. Sin embargo, es Cataluña quien cuenta con mayor número de establecimientos con 18.974 negocios integrados. Sin embargo, los datos de empleo generado por las franquicias y facturación vuelven a hacer que Madrid lidere el ranking, con más de 58.235 puestos de trabajo y 5.120 millones de euros generados.

Tansólo 16 enseñas comerciales de franquicia se ubican en poblaciones con más de 200.000 habitantes lo que en España supondría un desarrollo de su cadena de en torno a los 25 ó 30 establecimientos como máximo.

La mayoría de enseñas –un 65 por ciento- se implantan en locales de hasta 100 metros cuadrados, mientras que sólo un 6,6 por ciento de enseñas requieren más de 250 metros cuadrados.

Todo lo que debes saber

La franquicia es un acuerdo comercial entre dos partes. Por un lado, la empresa franquiciadora, que es propietaria de un negocio de éxito. Por el otro, el franquiciado, una persona física o jurídica que paga por explotar ese negocio en un ámbito geográfico y por un periodo de tiempo determinado. Así de fácil. Y así de complejo.

El contrato de franquicia es el único documento jurídicamente vinculante en el que se recogen con detalle las obligaciones del franquiciador y las del franquiciado. Antes de firmar no basta con leer la letra pequeña una y mil veces.

Lo ideal es llevarlo a una consultora especializada en franquicia para que analice cada una de sus cláusulas.

Cuando una empresa franquiciadora entra en contacto con un potencial franquiciado, su primera obligación es ofrecerle una completa información precontractual por escrito en la que consten:

  • Datos generales de identificación del franquiciador.
  • Acreditación de tener concedido el título de propiedad industrial de la marca.
  • Información sobre el sector y sobre la historia y evolución del negocio.
  • Explicación del sistema de negocio y de la asistencia que se facilita.
  • Estimación de la inversión necesaria para poner en marcha el negocio.
  • Datos sobre la estructura y la extensión de la red de establecimientos.
  • Datos sobre los elementos esenciales del contrato de franquicia. Con la firma del contrato, el franquiciado adquiere el derecho a utilizar la marca, a recibir formación y asistencia técnica por parte del franquiciador y a que éste le transmita su saber hacer (‘know how’): el conjunto de conocimientos, métodos y experiencias en que se basa el funcionamiento del negocio.

¿Cuántos euros invierto?

Los nuevos emprendedores que decidan optar por este tipo de negocio deben saber que la inversión media de apertura de una franquicia en España se sitúa en 70.822 euros, algo inferior al dato que arrojaba el último estudio de Mundofranquicia, aunque 612 cadenas requieren para ponerlas en marcha una inversión inferior a 60.000 euros -de las que casi la mitad requieren menos de 30.000 euros- y sólo un 8,1 por ciento de las marcas se sitúan en inversiones por encima de 200.000 euros.

Es muy importante saber que el franquiciado tiene que hacer un pago inicial al franquiciador (el canon de entrada) y aportar luego periódicamente un porcentaje de los beneficios en concepto de royalties por derechos de explotación. Algunas franquicias desglosan también del canon de entrada un importe para hacer publicidad de la marca.

El franquiciado también asume la inversión en el local, que tendrá que tener las características indicadas por la empresa en cuanto a ubicación, tamaño, decoración, etcétera.

Derechos y obligaciones

Cuando todo está listo, el franquiciado no se queda sólo ante el peligro. Además de darle una completa formación inicial, el franquiciador deberá prestarle asistencia técnica en todo momento y ser su asesor permanente. Y no sólo de palabra, sino también con el manual de franquicia, una guía práctica sobre el funcionamiento diario del negocio en la que se recogen:

  • Dossier de presentación
  • Manual de adecuación del local
  • Manual de identidad corporativa
  • Manual de funcionamiento
  • Manual de productos y servicios

Cualquier persona que se plantee abrir un negocio en franquicia debe tener claro que, a pesar de todo este apoyo, el éxito del proyecto dependerá en gran medida de su capacidad de esfuerzo y sacrificio. Conviene recordar que una franquicia no deja de ser una empresa. Y todas las empresas exigen dedicación absoluta.

Las obligaciones del franquiciado, sin embargo, van más allá de lo estrictamente económico. Las más importantes son:

  • Respetar la exclusividad territorial establecida.
  • Informar al franquiciador de la evolución del negocio y aceptar sus controles periódicos y las modificaciones que sugiera.
  • Respetar los aspectos relacionados con la imagen corporativa de la franquicia, empezando por la decoración proyectada para el local.
  • Asistir a los cursos de formación que realice el franquiciador.

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