La profesión de arquitecto sigue siendo muy importante en el conjunto de la sociedad. Se trata de la persona responsable del arte de proyectar y construir edificios, según define la actividad la Real Academia de la Lengua. Pero más allá de edificar, sus funciones se han ido ampliando con el paso de los años o de las necesidades laborales de la profesión.

Según explica la decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), Paloma Sobrini, «la formación del arquitecto es suficientemente amplia como para poderse dedicar a campos del diseño, la investigación, moda, temas industriales, de gestión de proyectos… más allá de la pura edificación».

El ‘Informe Arquitectos 2007. Encuesta sobre el estado de la profesión’, elaborado por el Consejo Superior delos Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) y la Fundación Caja de Arquitectos, señala que el número de arquitectos sigue creciendo en nuestro país. De hecho, a comienzos del pasado año existía uno de estos profesionales por cada 978 habitantes, mientras que la media europea era de uno por cada 1.400.

Dicho documento también muestra una mayor concentración de arquitectos en Madrid y Barcelona, aunque cada vez son más en comunidades como Andalucía y Galicia. Otro hecho reseñable es la presencia cada vez mayor de mujeres en esta profesión, gracias a las nuevas generaciones de titulados. «El perfil se ha rejuvenecido y predominan cada vez más las mujeres porque hay más estudiantes femeninas de Arquitectura que varones», afirma el presidente del CSCAE, Carlos Hernández Pezzi.

Gran prestigio

Si de algo han de estar orgullosos los arquitectos españoles es del prestigio que cosechan. «Vivimos un momento en el que estamos siendo reconocidos como unos de los profesionales que lideran el campo de la arquitectura en el mundo», explica Pezzi. «Tenemos, además, una presencia internacional de otros arquitectos en España, y eso nos hace fuertes porque compartimos con otros profesionales las nuevas experiencias, materiales y técnicas».

Este buen momento que vive la arquitectura nacional está muy influen-ciado por el hecho de que la preparación que reciben es superior a la media europea. «El arquitecto español está muy bien preparado porque está capacitado, no solamente para hacer el diseño de los proyectos, como hacen los europeos, sino que además de hacer el diseño somos capaces de calcular las instalaciones y las estructuras. Es decir, desarrollar todo el proyecto. », afirma Paloma Sobrini.

Más asalariados

¿Cuál es el momento actual que vive la profesión? La tendencia es la del aumento de los trabajadores asalariados. «Las sociedades profesionales han aumentado la escala de tamaño de los estudios y ahora competimos con empresas de arquitectura con más de 20 arquitectos trabajando juntos, y hay muchos trabajadores autónomos dependientes y muchos asalariados, mucha gente que presta sus servicios a otros arquitectos en temas de infografía, etc.», sostiene Carlos Hernández.

Respecto a su nivel de inserción laboral, los arquitectos han vivido hasta ahora una situación muy buena. Como explica el director de la división de Arquitectura y Edificación de la Escuela Politécnica de la Universidad San Pablo CEU, Federico de Isidro, «los estudiantes de Arquitectura suelen tener casi siempre la tentación de montar su propio estudio. En la actualidad estamos viendo que hay muchos titulados que acaban en empresas constructoras, inmobiliarias, en urbanismo».

Mucho más que edificar

El peritaje, la tasación o el diseño de muebles y ropa se plantean como nuevas salidas laborales para esta profesión.

La amplitud de miras debe ser una de las cualidades con las que debe armarse cualquier nuevo arquitecto. Porque si de algo deben ser conscientes es de la importancia de abrir el campo del ejercicio profesional. «Es un error el concepto de que el arquitecto solamente edifica», señala la decano del COAM, Paloma Sobrini. «Un error que hemos heredado de tiempos atrás, cuando la necesidad de edificación era tan grande y había tan pocos arquitectos que sólo se dedicaban a ello».

Ahí resulta fundamental la labor de los colegios profesionales, que se encargarán, por ejemplo, de fomentar la formación de los titulados con cursos específicos en campos como «la tasación, el peritaje, el ‘project management’, jefatura de obras, gestión integral de proyectos, diseño de estructuras temporales, de arquitectura efímera (como carpas o pabellones de feria), diseño de muebles, de ropa incluso», sostiene Sobrini. «Es un abanico inmenso el que da nuestra profesión».

Un ejemplo, el campo del urbanismo. «En él, el arquitecto es quien está mejor preparado para poder desarrollar todo el planteamiento, pero desde el origen».

Con toda esta información en la mano, la decano del COAM afirma que lo más importante es especializarse «en lo que sea». Esta profesión se agrupa en estudios multidisciplinares, imitando el modelo anglosajón. Y eso es bueno. «Hay estudios que se dedican más a oficinas, a arquitectura sanitaria, al tema docente… La especialización siempre es buena pero sin perder la idea base de la generalidad», afirma Sobrini.

Para el presidente del CSCAE, Carlos Hernández Pezzi, la apertura de campos se irá ampliando «en el medio ambiente, el urbanismo o incluso en los residuos de la construcción. Ahí hay nuevos nichos de trabajo».

Además, Pezzi recuerda la importante responsabilidad social de los arquitectos. «No somos estrellas fugaces, sino profesionales que tenemos que estar a la cabeza en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos».

En palabras de Sobrini, «estamos para ser capaces de dar la mejor opción, la más sostenible, la más racional».

Una profesión, varias posibilidades de inserción en el mercado de trabajo

Estudio propio

Una de las tendencias más habituales es la de ejercer de forma libre la profesión a través de la creación de un estudio propio una vez concluida la formación. Según el ‘Informe Arquitectos 2007’, elaborado por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), el 68 por ciento de los consultados se decanta por esta opción. Y, de esta cantidad, el 22 por ciento trabaja como Sociedad Limitada o Sociedad Civil Particular. Llama la atención que, durante 2006, uno de cada cinco arquitectos liberales trabajó solo o con otra persona.

En cuanto a su campo de actividad, desde 2003 se han diversificado, siendo común, sin embargo, la de la edificación. Destaca también el ámbito de la rehabilitación y las intervenciones parciales en el campo de la seguridad y salud.

Colaboradores y asalariados

El informe del CSCAE revela que el 22 por ciento de los arquitectos colegiados pertenecen a este grupo. Y es que, como señala el presidente de este organismo, Carlos Hernández Pezzi, «la profesión está trabajando cada vez más de forma asalariada».

En el caso de los colaboradores, éstos suelen serlo con uno o dos estudios y facturan por obra y servicio. No ocurre lo mismo con los arquitectos asalariados, que cuentan con un contrato indefinido en el 82 por ciento de los casos.

Unos y otros desempeñan funciones muy variadas, si bien ocho de cada diez se dedican al diseño. Otras actividades son las relacionadas con la dirección de proyectos, la delineación, los desarrollos y la planificación urbanística.

Administración Pública

Aunque menos, la Administración es otra fuente de empleo para los arquitectos. Según el informe del CSCAE, sólo un ocho por ciento se emplea en este sector. De esta cifra, casi la mitad pertenece a la Administración local, mientras que un 30,8 por ciento trabaja en la autonómica. En este último ámbito es donde, por otra parte, hay más presencia femenina.

Con independencia del tipo de Administración, un tercio de los arquitectos encuestados trabajaba en 2007 en este ámbito de forma exclusiva.

La asesoría, la redacción de proyectos y la supervisión y la dirección de obras en fase de ejecución constituyen las tareas más frecuentes de los arquitectos que ejercen su profesión en el ámbito público.

Docencia

La docencia es la opción elegida por una pequeña parte de los arquitectos para dedicarse de forma exclusiva. El ‘Informe Arquitectos 2007’ cifra en el dos por ciento la cantidad de encuestados cuya principal fuente de ingresos proviene de la docencia. A pesar de todo, ésta es elegida como actividad secundaria por profesionales liberales, colaboradores y funcionarios.

La mayoría de los profesionales que eligen esta opción trabaja en escuelas técnicas, donde el 27 por ciento tiene la categoría de profesión titular. También es frecuente en este ámbito, aunque en menor proporción, la categoría de titular de escuela universitaria o catedrático.

Entre las funciones que desempeñan, destaca la de investigación.

© Laboris