La movilidad geográfica sigue siendo una asignatura pendiente en el mercado laboral nacional.

Según un estudio del grupo holandés de recursos humanos Randstad que ha realizado entre 50.000 trabajadores, solamente el 28,2 por ciento estaría dispuesto a cambiar su lugar de residencia por un empleo. En cuanto a los viajes esporádicos por motivos laborales, aceptarían el 42,2.

Preferencias por sexos

El informe dedica un apartado a las diferencias entre hombres y mujeres. Parece ser que ellos se muestranmenos reacios al traslado. Lo harían en un 32,43 por ciento de las ocasiones frente a un 24,83 de mujeres.

En lo que respecta a los viajes puntuales, los varones también muestran una mayor disponibilidad, con un 48,5 por ciento, frente al 37,1 de las féminas.

Para casi la mitad de las mujeres las condiciones del viaje son fundamentales para aceptar el desplazamiento, porcentaje que se reduce levemente, hasta el 41,7 por ciento, en el caso de los varones.

La crisis podría generar un cambio

Randstad también destaca que nuestro país se ha caracterizado en los últimos años por una escasa movilidad geográfica por motivos laborales en comparación con otros países de la Unión Europea (UE).Sólo el 17 por ciento de los españoles residiría en el extranjero durante un periodo superior a tres años. No obstante, la tendencia podría estar variando, entre otras cosas, por la crisis y el aumento del desempleo.

Diferencias por zonas geográficas

Según el estudio de Randstad, las zonas geográficas en las que los trabajadores presentan una mayor disponibilidad a la movilidad geográfica son León, donde los trabajadores con buena disposición al cambio suponen el 67 por ciento, seguidos de los de Albacete, Jaén, Baleares, yBadajoz.

Por el contrario, las provincias con las tasas más altas de poca disponibilidad al cambio de residencia son Barcelona, Castellón, Córdoba y Madrid.

A favor

El estudio de Randstad destaca también que la movilidad geográfica ofrece un valor añadido a empresas y candidatos. Permite a los trabajadores acelerar su curva de aprendizaje, mientras que a las empresas les ayuda a contar con recursos especializados con mayor rapidez en respuesta a la demanda. La alta especialización que se requiere para algunos proyectos y la escasez de estos perfiles requiere esta movilidad, al tiempo que abre más oportunidades a los especialistas.

Los jóvenes, los más predispuestos

Los expertos atribuyen la escasa preferencia de los españoles por la movilidad geográfica a diversos factores, ente los que citan la cultura y el concepto de familia, la tradición de casa en «compra», la dificultad en varios tramos de edad para cambiar de puesto de trabajo, el empleo de la pareja o la inseguridad de no conocer cuáles serán las condiciones de retorno en un futuro.

La disposición a la movilidad es valorada por las empresas en función del tipo de puesto que se quiera cubrir. A nivel especialista y gerencial, y si la empresa tiene implantación nacional o internacional, hoy es prácticamente un requerimiento, mientras que para puestos de apoyo no es tan esencial.

Los más predispuestos a cambiar de residencia son los jóvenes, recién titulados y con un gran interés por desarrollar un aprendizaje rápido. Suele estar asociado a trabajos de tipo técnico en los que nuevas experiencias aceleran la carrera, permitiendo asumir responsabilidades progresivas.

Como en casa, en ningún sitio

Los españoles son los europeos menos dispuestos a emprender una carrera laboral en el extranjero.

Sólo el 17 por ciento de los españoles residiría en el extranjero durante un periodo superior a tres años si le surgiera una oportunidad laboral interesante, y siempre que la remuneración fuera un 50 por ciento superior a la actual. Los españoles son los europeos menos dispuestos a emprender una carrera laboral fuera de sus país, según la opinión recogida por los responsables de Cátenon Worldwide Executive Search, compañía europea especializada en búsqueda global de profesionales.

El sueldo no lo es todo

Apenas un 10 por ciento de los que emigrarían se conformaría con cobrar el mismo sueldo que en España, mientras que el 67 por ciento de los españoles exigirían cobrar al menos un 50 más de lo que ganan actualmente pero, como se ha señalado, sólo el 17 por ciento residiría fuera de España durante más de tres años.

La calidad de vida que hay en Barcelona o Madrid, ciudades con muy buen clima y un ambiente internacional y cosmopolita, podrían explicar las reticencias de los españoles a salir al extranjero para desarrollar su faceta profesional, según otros expertos.

Como excepción, se ha observado que cada vez más españoles trasladan su residencia a Dubai por motivos profesionales. De hecho, en Emiratos Árabes Unidos hay unos 1.000 españoles, de los cuales el 25 por ciento emigró el año pasado, alentados por la situación de bienestar económico y la necesidad del país de incorporar a sus compañías profesionales cualificados difíciles de encontrar entre sus propios nacionales.

Para que los españoles sean más competitivos y mejoren su empleabilidad, los expertos recomiendan simbólicamente inspirarse más en gestores como Rodrigo Rato o Javier Solana y huir del modelo «chapado a la antigua» del profesional que sólo desarrolla su carrera en España.

Suspenso en idiomas

Algunos profesionales opinan que los españoles se muestran menos flexibles a moverse geográficamente por un trabajo y señalan que el conocimiento de idiomas extranjeros es una asignatura pendiente, pues pocos son los españoles con conocimientos avanzados de una lengua.

Así, por ejemplo, lo ve desde Polonia Agnieszka Labanowicz: «definitivamente, los españoles se muestran menos flexibles en cuanto al requisito de disponibilidad de movilidad geográfica en comparación con otras nacionalidades europeas. Por otro lado -amplía Labanowicz-, el conocimiento de idiomas extranjeros es una asignatura pendiente de los españoles. El nivel de la mayoría es un nivel básico-medio, hay muy pocos que posean un nivel avanzado».

Para Guido Brunner, responsable de Cátenon en Alemania, «los españoles tienen aún en su mente que quieren desarrollar toda su carrera profesional en su país, mientras que para un alemán es casi obligado y apetecible dedicar al menos un período de tu vida a vivir fuera de Alemania. Eso resta -en opinión de Brunner-, oportunidades de empleo a muy buenos profesionales españoles, que podrían enriquecer su trayectoria profesional si tuvieran más flexibilidad geográfica».

En transformación

En opinión de Cristina Villanova, directora de márketing de Cátenon en España, «nuestro país era antes un mercado de talento mucho más local que el resto de mercados de nuestro entorno más cercano, pero en la actualidad esta tendencia se ha transformado para acercarse completamente a la situación que vemos en otros países en los que operamos: el ejecutivo español de alto nivel está ocupando plazas atractivas en países de la Unión, y muchas compañías españolas incorporan en sus cuadros medios y directivos a profesionales extranjeros, que se integran a la perfección. En todo caso -reconoce Villanova-, es cierto que seguimos siendo los europeos menos abiertos a expatriarnos».

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