Estancamiento es la palabra que Adecco emplea en su último informe para calificar a la evolución del mercado de trabajo del primer trimestre del año. Y es que, el Indicador Laboral de Comunidades Autónomas (IL-CA), que la citada ETT elabora junto a IESE, se ha situado en 76,3 puntos, experimentando un leve incremento del 0,2 por ciento respecto al último trimestre de 2007.

Son varios los motivos que Adecco alega para justificar esta situación de ralentización, entre los que cita el aumento de mujeres y jóvenes parados o el debilitamiento en el ritmo de creación de empleo. De ahí que no sea de extrañar que las previsiones de esta compañía para los próximos meses apunten a una continuación de esta tendencia a la desaceleración: estima que en el tercer trimestre del año el número de parados aumente en 322.600 personas, un 18 por ciento más.

Sin embargo, hay un dato de Adecco que llama la atención sobre los demás. Y es que mientras que los trabajadores nacionales han ocupado 30.500 empleos (un 0,2 por ciento más), los extranjeros se han hecho con 302.600 puestos (un 10,7 por ciento más). Dicho de otra forma: nueve de cada diez nuevos empleos que se crearon durante los tres primeros meses del año fueron ocupados por inmigrantes.

Son ya, por tanto, 3.135.700 los extranjeros que tienen un empleo en España. De esta cantidad, más de la mitad (el 50,5 por ciento) procede de un país latinoamericano, si bien este colectivo está perdiendo presencia conforme se incorporan al mercado laboral español trabajadores originarios de otros Estados.

A paso de gigante

Además, mientras los trabajadores españoles han perdido presencia en empleos cualificados, no cualificados, administrativos y puestos cualificados de agricultura y pesca, los extranjeros han experimentado una evolución contraria en estos ámbitos, ocupando cada vez más puestos en ellos.

Esta situación se produce, de forma más llamativa, en tres perfiles concretos. Es el caso del de administrativo: según la ETT, hay un 4,4 por ciento menos de españoles que ocupan este cargo, mientras que cada vez son más los inmigrantes que desempeñan esta actividad laboral (el aumento se traduce en un 38 por ciento).

Si hablamos de directivos, los datos de Adecco reflejan que el aumento de los españoles que ocupan este cargo ha sido importante, con80.500 más en sólo un año. Sin embargo, se trata del segundo puesto en el que más han crecido los trabajadores extranjeros, habiendo ocupado 31.700 plazas.

El último caso al que se refiere Adecco es el de los trabajadores cualificados. De hecho, y respecto a este ámbito, la ETT califica de «evidente» la suplantación de empleados nacionales por extranjeros. Y es que si los españoles han perdido 92.500 puestos de trabajo en este ámbito, los inmigrantes han ocupado 101.600, de los que el 40 por ciento han sido ocupados por empleados procedentes de algún Estado miembro de la Unión Europea.

Desempleo para todos

Trabajadores españoles e inmigrantes tienen en común un factor: el paro. Sin embargo, la tendencia aquí también es diferente: según el ‘Indicador Laboral de Comunidades Autónomas IESE-Adecco’, son 1.638.700 los españoles parados y 535.400 los inmigrantes.

Sin embargo, igual que la tendencia a ocuparse de estos últimos es mayor que la de los españoles, también lo es a la hora de quedarse en paro. Es decir, el número de parados inmigrantes ha aumentado de forma más rápida que el de los españoles: mientras que el desempleo extranjero ha crecido un 31,6 por ciento en un año, el nacional ha aumentado en un 13,1 por ciento.

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