Una de las licenciaturas con uno de los niveles de paro más alto ? llega al 50% si se tiene en cuenta a los profesionales que están trabajando estrictamente en el ámbito de la historia – necesita de titulados con imaginación y recursos para labrarse un futuro.

Las dos salidas clásicas para estos profesionales se están agotando:

  • El descenso de natalidad arrastra consigo una menor demanda de profesores de secundaria
  • El trabajo en bibliotecas y archivos lo están acaparando los licenciados en la nueva titulación de biblioteconomía

Así pues, ¿Qué les queda a los historiadores? Renovarse y conseguir que su bagaje cultural ofrezca una base sobre la que se cimienten los conocimientos especializados adquiridos en cursos de posgrado. De esta manera pueden sobresalir de entre los que poseen titulaciones técnicas.

Deben apuntar al mundo de la empresa y asumir que muy probablemente necesitarán una formación complementaria aparte de la licenciatura en Historia. Los ámbitos que le serán más propicios para desarrollarse profesionalmente son:

  • ?rea de Recursos Humanos: de todos los departamentos de una compañía, es a priori el más indicado para un profesional con una preparación más humanística.
  • Comercio exterior: debido a su capacidad de comprensión del mundo y de las diferencias culturales, los historiadores responden al perfil de persona abierta y tolerante que requiere el puesto. Eso sí, necesitará perfecto dominio del inglés, y a poder ser, francés o alemán, al igual que conocimientos de gestión empresarial.

De todas formas, prácticamente cualquier área de la empresa puede ser una posibilidad de incorporación: sólo se necesita la formación adecuada.

En Internet, algunos de los negocios que están teniendo más éxito son los de webs relacionadas con el ocio y el turismo. Estos portales tienen la necesidad de seleccionar redactores con conocimientos específicos, y en eso los historiadores le ganan la partida a los periodistas.

De la misma manera, los campos audiovisuales y multimedia pueden necesitar de sus servicios. Nos referimos sobre todo a la creación de documentales o aplicaciones multimedia (cd, DVD) que incluyan contenidos históricos y requieran la colaboración de asesores versados en la materia.

Al margen de estas opciones, el historiador puede llegar a ser gestor o técnico cultural para casas de cultura, centros y fundaciones. Para incorporarse a este mundo, también necesitará un curso de reciclaje.

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