La ‘Estrategia Europea para el Empleo’ estableció como objetivo alcanzar una tasa de empleo del 70 por ciento en 2010. De momento, sólo tres países han alcanzado la meta. A España, con un nivel de creación de empleo del 65,8 por ciento, le queda un pequeño camino por recorrer que se traduce en 1.300.000 puestos más.

El final de un año y el comienzo de otro siempre da pie a hacer balances y valoraciones, y el mercado de trabajo no se escapa. Y en este caso, se podría decir que la evolución del sector en Europa a lo largo de 2007 ha sido más que positiva. Al menos, esto es lo que se podría concluir del Euroíndice Laboral IESE-Adecco, que compara la situación de los mercados laborales europeos a través de sus niveles de ocupación, adaptabilidad a los cambios, su apertura a los grupos más vulnerables y su rendimiento.

Los buenos resultados han venido motivados, sobre todo, por el descenso de la desocupación y de parados de larga duración, por la mejora de la productividad y por la continuidad de la creación de empleo, aunque ésta es «más moderada’. Pero no nos confiemos. Como en todo, la botella puede verse medio llena o medio vacía.

Y es que, según el informe, «esta mejora no ha afectado a todos los países analizados por igual’. Italia, Alemania y Polonia son, en este caso, los alumnos aventajados, al ser los que más han crecido interanualmente. Francia y Portugal han experimentado reducciones, mientras que España y Reino Unido pasan el año con un aprobado raspado, pues crecieron en 2007, aunque de una forma más lenta.

Un camino por recorrer

Uno de los objetivos de la Estrategia Europea para el Empleo era alcanzar en 2010 una tasa de empleo del 70 por ciento general, cifra que se reduce al 60 por ciento en el caso de las mujeres. Ahora bien, de los 12 países analizados, sólo Holanda, Suecia y Reino Unido han cumplido. Los demás, lo han alcanzado a medias. Alemania y Portugal ya han cumplido el objetivo femenino, pero no el general. Y los siete restantes, aunque crecen, deben mejorar para superar la meta establecida por la Estrategia.

La peor nota va a parar a Portugal, que ha experimentado descensos tanto en la tasa de empleo general como en la femenina. Entrando en el ámbito nacional, los niveles de empleo españoles «están prácticamente a la par de la media europea’, afirma el estudio de IESE-Adecco.

En concreto, la tasa es del 65,8 por ciento, cifra que pone en evidencia que aunque queda un pequeño camino por recorrer para situarse a la altura establecida en Europa, nuestro país ha experimentado un crecimiento del 1,1 por ciento en 2007. No ocurre lo mismo, sin embargo, con la tasa de empleo femenino, pues si hay algo que caracteriza a España es la diferencia entre niveles de ocupación de mujeres y de hombres. Muestra de ello es que mientras la ocupación masculina española es la cuarta más alta de los 12 países analizados (76,6 por ciento), la femenina es la cuarta más baja (54,8 por ciento).

No obstante, España no es el único país en esta situación, pues Grecia también cuenta con una tasa de empleo masculino superior a la media pero con una tasa femenina por debajo.

Hacen falta 1.300.000 nuevos empleos

El ‘Euroíndice Laboral IESE-Adecco’ calcula que España debería crear en torno a 1.300.000 nuevos puestos de trabajo para alcanzar la tasa general de empleo del 70 por ciento establecida por la ‘Estrategia Europea para el Empleo’. Aunque en realidad debería incorporarse al mercado de trabajo un número mayor de personas, pues hay que tener en cuenta que la población continúa elevándose.

En el caso de la tasa de ocupación femenina, España debería crear 790.000 empleos más para llegar al 60 por ciento establecido. No obstante, si nuestro país generara estos puestos de trabajo, tan sólo haría falta aumentar la ocupación masculina en 490.000 empleos para alcanzar la tasa general de trabajo establecida por la Estrategia. Es más, si se cumplieran esas metas, la tasa de empleo masculina se situaría en el 79,7 por ciento, cifra similar a la que ya registran Alemania, Suecia, Reino Unido e Irlanda. Aún así, España estaría lejos de Holanda, Dinamarca y Chipre, que cuentan con unas tasas de ocupación de hombres del 82,3, el 81,3 y el 80,1 por ciento respectivamente.

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