Uno de los saltos profesionales que empieza a ser más habitual es trabajar en otro país de la Unión Europea. Se trata de un derecho que tienen todos los ciudadanos europeos gracias a la libre circulación de personas, que permite ser asalariado o trabajador autónomo.

Cada vez son más los profesionales españoles de áreas muy diferentes que se deciden a trabajar en otros países de la Unión Europea. Esta aventura laboral permitirá mejorará sustancialmente tu currículo y disfrutar, en la mayoría de los casos, de excelentes condiciones laborales, por no citar la mejora salarial que puede suponer. Esta opción es, además, un derecho que asiste a todos los ciudadanos europeos y que se extiende tanto a la posibilidad de ser asalariado como a la de convertirse en trabajador por cuenta propia.

Esta libre circulación de personas también incluye buscar empleo y la posibilidad de presentarte a todas las ofertas de trabajo de cualquiera de los países que conforman la Unión, incluidas las propuestas referidas a los empleos del sector público con excepción de algunos puestos reservados a los nacionales de cada país y que son los relacionados con el ejercicio del poder público como la diplomacia, las fuerzas armadas y policiales o la justicia.

Homologación de títulos

Aunque las ansiadas homologaciones de títulos están previstas a medio plazo, el principal problema que se les plantea a los profesionales cualificados es el reconocimiento de un título universitario específico.

En el caso de profesiones no reguladas en el país donde se quiere trabajar no hay ningún impedimento jurídico relacionado con tu formación que te impida hacerlo, pero tu profesión puede pertenecer al grupo para el que se ha establecido una coordinación mínima para toda la Unión, como es el caso de oficios sanitarios como médico, enfermero, farmacéutico o dentista. En este caso tu titulación será reconocida automáticamente.

Si la profesión está regulada y no pertenece al grupo anterior, deberás solicitar la convalidación en el país en el que deseas trabajar. Alguna de las titulaciones que pertenecen a este grupo son profesor, abogado o ingeniero. Las autoridades deben responderte en un plazo de cuatro meses y si encuentran diferencias importantes en la formación que tienes y la exigida en el país podrán pedirte que acredites una experiencia profesional que la complete.

El plazo para permanecer en un país miembro de la Unión buscando trabajo oscila entre los tres y seis meses, de hecho, las autoridades no podrán obligarte abandonar ese estado si puedes demostrar que sigues buscando trabajo y, por ejemplo, tienes prevista alguna entrevista o prueba laboral.

También te puedes beneficiar de servicios propios de cada país como las oficinas de empleo pero para optar a esta oportunidad laboral no debes perder de vista que has de superar la principal batalla para iniciar la nueva etapa: el idioma.

El currículo del futuro: el Europass

Todos los países de la Unión Europea formarán parte en un futuro no muy lejano del Espacio Europeo de Educación Superior, que supondrá en 2010 un aumento de movilidad de estudiantes y profesionales entre los distintos Estados miembros. Para unificar criterios de selección, se ha habilitado el llamado ‘Currículum Vitae Europass’, un modelo común para presentar las aptitudes del candidato de forma sencilla y comprensible.

Su utilización será de carácter voluntario. Respecto a los currículos habituales, el Europass se diferencia en que identifica al solicitante de empleo de forma precisa, ya que éste debe rellenar campos muy concretos (competencias, titulaciones, certificados, experiencia laboral…) y concede una especial importancia a la capacidad de comunicación, la gestión de recursos, el liderazgo o la coordinación de equipos. Como complemento sería interesante adjuntar junto al currículo europeo el Pasaporte de Lenguas Europass, que permite presentar los conocimientos lingüísticos.

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