La Formación Profesional ha dejado de ser la hermana pequeña de los estudios universitarios para convertirse en todo un trampolín hacia el mercado de trabajo. Y es que el 41 por ciento de los titulados en alguna de sus ramas encuentra trabajo tan sólo un mes después de haber finalizado sus estudios. Esto es lo que se desprende de la ‘II Edición de Nexos FP’, el ‘Barómetro de la Formación Profesional’, que señala, además, que el 76 por ciento tarda un máximo de seis meses en encontrar un empleo.

Es más, un análisis de Randstad sobre este colectivo revela que son muchos los que, incluso, consiguen un puesto de trabajo antes de finalizar sus estudios, algo que les hace ser más críticos con su búsqueda.

Lo cierto es que, de una forma u otra, el candidato de FP que encuentra trabajo se caracteriza por su juventud y muestra de ello es que dos de cada tres titulados tienen menos de 30 años. La causa de todo ello puede ser que las empresas optan, en la mayoría de los casos, por recién titulados, ya que así pueden ofrecerles formación adaptada al puesto de trabajo concreto y a la cultura corporativa de la entidad.

Al contar con una inserción laboral temprana, nos encontramos, además, con profesionales que en poco tiempo cuentan con una amplia experiencia. Y es en ese momento cuando más se animan a buscar. De hecho, según los datos de Randstad, los titulados en FP son más activos en la búsqueda cuando cuentan con un año de experiencia profesional y, por lo tanto, están más cualificados.

Las favoritas

Con o sin experiencia, el ámbito con más presencia de buscadores titulados en FP es el administrativo, con un 28,8 por ciento de las candidaturas. Aunque también destacan los puestos en otras ramas, como la de la restauración y el comercio (14,3 por ciento), la logística (13,7) y la atención al público (10,3).

En general, los titulados en FP representan el 18,7 por ciento del total de buscadores de empleo en España y parece que las empresas responden a su demanda, pues los perfiles más solicitados son los que se corresponden con las ramas de administración, comercio y marketing, si bien en los últimos meses ha aumentado la demanda de profesionales procedentes de las ramas de electrónica y electromecánica.

En la mayoría de los casos, las compañías contratan a estos profesionales a partir de prácticas para, después, incorporarlos a la plantilla. Los ámbitos más afectados por esta situación son los de la siderurgia y la automoción, dos grandes generadores de empleo que están notando los efectos de la desaceleración económica y han dejado paso a otras especializaciones.

Ahora bien, no todos los titulados responden al mismo tipo de búsqueda. La diferencia viene marcada, sobre todo, por el sexo: las mujeres se inclinan más por puestos administrativos (15 por ciento de los candidatos) y por los de sanidad (20). Ellos, en cambio, prefieren puestos técnicos y el caso más evidente es que el 88 por ciento de los puestos para informático son demandados por hombres. También es importante la presencia masculina en el caso de empleos relacionados con el metal, la electricidad y la electrónica.

Una asignatura pendiente

La desaceleración económica apenas deja rastro en la creación de empleo para los titulados en Formación Profesional. De hecho, se encuentran en estos momentos en lo que Randstad llama «paro técnico». Además, todas las perspectivas de futuro apuntan a un incremento de su inserción laboral. La consultora de recursos humanos señala, sin embargo, que a pesar de estos buenos augurios, estos profesionales pueden aumentar sus posibilidades de acceso al mercado de trabajo.

¿Cómo? Potenciando su conocimiento de lenguas extranjeras, sobre todo del inglés. Esto se debe a que, ante la ausencia de titulados en FP con dominio de esta lengua, las empresas recurren a titulados universitarios en ramas de letras.

Un análisis por comunidades

El aumento de la demanda de estudios de FP es la circunstancia más llamativa en Madrid. Otras regiones, sin embargo, se caracterizan por la enseñanza obligatoria de una lengua extranjera o por el peso de los titulados en la oferta laboral.

Madrid, Cádiz, Málaga, La Coruña o Valencia son algunas de las provincias en las que más peso tienen los titulados en Formación Profesional a la hora de encontrar empleo. Y es que las circunstancias de la FP varían en función de la zona en la que nos encontremos.

En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, cada vez son más los jóvenes que apuestan por este tipo de formación. De hecho, en los últimos seis años ha crecido un tres por ciento la demanda de estos estudios. Así lo pone de manifiesto el informe ‘Intereses vocacionales de los alumnos. Evaluación on line’, realizado por Vicente Hernández Franco, profesor de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Pontificia Comillas. En este caso, la posibilidad de encontrar un puesto acorde con la formación recibida y el bienestar económico (la percepción general es que las personas tituladas en FP que consiguen trabajo están mejor remuneradas) son las dos grandes motivaciones por las que los jóvenes eligen estos estudios.

Según el citado documento, las ramas más demandadas son Administración y Finanzas, Educación Infantil, Administración de Sistemas Informáticos, Desarrollo de Aplicaciones Informáticas y animación de Actividades Físicas y Deportivas.

Los idiomas son, sin embargo, los grandes protagonistas de la Formación Profesional en Málaga, ya que en esta provincia la enseñanza de una lengua extranjera será obligatoria en todo los ciclos formativos de la FP y no sólo en los que venía siendo habitual, como el turismo, la atención al cliente o la hostelería. ¿El objetivo? Adaptarse a los objetivos marcados en la Estrategia de Lisboa para 2010. Aunque el cambio se hará de forma progresiva, de modo que, en un principio, este requisito se establecerá en los centros que incorporen nuevos ciclos.

Cinco años de experiencia

Y mientras en Burgos y Guipúzcoa casi la mitad de los buscadores de empleo ha estudiado Formación Profesional (según un análisis realizado por Randstad), en Valencia llama la atención que el 53 por ciento de los titulados en FP cuenta con una experiencia laboral de más de cinco años.

La cualificación es, sin embargo, la característica más relevante de este colectivo en Zaragoza, pues el 16,6 por ciento de los titulados lo es en FP de grado medio y el 19,25 por ciento se ha especializado en una rama de ciclo superior.

Exigentes

Las condiciones salariales, el horario de trabajo y la cercanía al domicilio son los factores que más tienen en cuenta los titulados en FP a la hora de plantearse un cambio de trabajo.

La rápida inserción laboral y la temprana experiencia profesional, unidas a unas buenas perspectivas de futuro, hacen que los titulados en FP sean cada vez más exigentes a la hora de plantearse un cambio de trabajo. ¿Qué tienen en cuenta estos jóvenes a la hora de dejar su puesto? Según Randstad, el salario es lo que más tienen en cuenta, ya que su grado de especialización viene asociado a un alto nivel salarial que hace replantearse mucho el cambio. Es lo que ocurre, sobre todo, con los que han estudiado para tornero, fresador, calderero, mecánico o carpintero.

El horario es otro de los factores que hace que este colectivo se piense dos veces dejar su puesto actual. En este caso, la mayoría prefiere una jornada laboral completa de 40 horas semanales, si bien cada vez son más los que se inclinan por jornadas parciales. En concreto, esta última opción es la que desea el 18,1 por ciento de los consultados por Randstad, mientras que otro 11,2 prefiere jornadas intensivas de mañana.

Con independencia del salario y del tipo de jornada, los titulados en Formación Profesional que encuentran empleo prefieren hacerlo cerca de casa y sólo estarían dispuestos a trasladarse en función de las condiciones del puesto ofertado. La zona es, en este caso, un factor determinante, pues los que pertenecen a grandes ciudades muestran más predisposición a un posible traslado, mientras que este factor puede ser un obstáculo para los de regiones más pequeñas.

Una solución a la crisis

El Gobierno apuesta por la reforma de la Formación Profesional para superar la desaceleración. A partir de ahora, deberá hacer hincapié en sectores innovadores.

La reforma de la Formación Profesional constituye una de las principales líneas de actuación del actual Gobierno para hacer frente a la crisis económica. De momento, la iniciativa es sólo un proyecto, hasta que la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, y el titular de Trabajo, Jesús Caldera, presenten al Ejecutivo una hoja de ruta sobre esta reforma, algo que está previsto que tenga lugar durante las próximas semanas.

Con los nuevos cambios, la FP deberá potenciar la especialización en sectores innovadores y emergentes. Según afirma el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de esta forma se prepara a los estudiantes «para una sociedad en continuo proceso de cambio e innovación». No obstante, el jefe del Ejecutivo también ha señalado que se hará hincapié en la formación tanto empresarial como laboral que permita la creación de un modelo que integre experiencia laboral y enseñanza reglada.

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