El espectacular descenso en la construcción de viviendas y el parón que vive el sector inmobiliario han desencadenado una crisis de la que los expertos no parecen vislumbrar la salida. Son muchos los indicadores macroeconómicos y las cifras que denotan que la actividad afronta una situación de caída libre y el empleo está resultando uno de los principales perjudicados.

Así, el número de trabajadores de la construcción afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE) autorizados por el Ministerio de Trabajo e Inmigración se ha llegado a multiplicar por seis durante los siete primeros meses del año respecto a igual período de 2007, siendo este sector el único en el que aumentaron los empleados inmersos en este tipo de procesos.

En concreto, un total de 2.617 trabajadores de la construcción se vieron afectados por un ERE hasta el mes de julio, un 493,4 por ciento más que en igual período de 2007, cuando fueron 441 los afectados, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo.

En el resto de sectores se registraron descensos. La mayor caída la experimentó la agricultura, seguido de la industria. En conjunto, la reducción de trabajadores afectados por ERE en estos sectores compensó el aumento de la construcción, de forma que el total de trabajadores implicados en regulaciones de empleo autorizadas por Trabajo descendió un 8,6 por ciento entre enero y julio, hasta 34.865 empleados.

Más que en Europa

Otro de los indicadores que muestran el profundo calado de la recesión del sector del ladrillo en comparación con el resto de naciones de nuestro entorno, lo arroja la oficina de estadística comunitaria (Eurostat). España es el estado de la zona euro en el que más descendió esta actividad, los últimos datos interanuales revelan que en el mes de julio vivió un retroceso del 15,9 por ciento, seguido muy de lejos por Alemania, con una recesión que alcanza el 2,3 por ciento.

De entre los miembros de la llamada Europa de los 27 de los que hay información disponible, la producción de la construcción aumentó en diez estados y retrocedió en otros tres. Los mayores incrementos se registraron en Rumanía y Eslovenia.

Los ‘trabajadores del andamio’ vuelven al campo

La Federación Agroalimentaria del sindicato CC.OO. aseguró que la crisis parece apuntar a una «vuelta al campo» de los trabajadores españoles que venían prestando su actividad en sectores como la construcción, «y que se demuestra con el repunte en el número de personas que este año han acudido a la vendimia francesa».

Ante esta situación, el sindicato reiteró la necesidad de llevar a cabo una efectiva coordinación entre los agentes sociales del sector agrario y la Administración para una correcta planificación de las campañas agrícolas de temporada en nuestro país.

CC.OO. cree que con una hora extra menos al día se evitaría perder 253.000 empleos

La Federación de Construcción, Madera y Afines de CC.OO. (Fecoma-CC.OO.) ha recordado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que el sector de la construcción no sólo necesita medidas económicas, sino también de carácter laboral. En este sentido, la Federación apostó por reducir las horas extraordinarias que soportan los trabajadores de los tajos, pues sólo con hacer una hora extra menos al día se evitaría la pérdida de más de 253.000 empleos en el sector.

Junto a esta medida, el secretario general de Fecoma-CC.OO., Fernando Serrano, advirtió de que el sindicato seguirá luchando por que los trabajadores de la construcción expuestos a condiciones laborales penosas peligrosas puedan jubilarse anticipadamente, a los 60 años, sin que su pensión se vea mermada. Otra de las iniciativas de naturaleza laboral que se defienden desde el sindicato para normalizar la situación del sector es la aplicación total de la ley que regula la subcontratación en la construcción, para lo cual reclamó el compromiso del Ejecutivo.

Por otro lado, Serrano se refirió en un comunicado a las declaraciones del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, de aproximar a cero en 2009 la contratación en origen de inmigrantes. El secretario general de Fecoma-CC.OO. pidió «un poco más de sensibilidad» al ministro, así como que «no culpabilice» a los extranjeros de una crisis económica que tiene su origen en otros factores.

Entre ellos, Serrano citó la «rapiña de algunos a la hora de acumular beneficios sin prever el futuro».

El Gobierno lanza su ‘operación rescate’

Zapatero ha anunciado que destinará 3.000 millones para paliar la crisis inmobiliaria.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció recientemente que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) pondrá en marcha una nueva línea de mediación, dotada inicialmente con 3.000 millones de euros, que permitirá a los promotores inmobiliarios ampliar los plazos de sus préstamos para cons­trucción de viviendas a cambio de que pongan éstas en el mercado del alquiler durante un período determinado de tiempo. 

Según precisaron fuentes del Ministerio de Vivienda, con esta medida de intermedia­ción se prevé dar salida a unas 25.000 viviendas en alquiler en el año 2008.

Además, Zapatero señaló que los Presupuestos de 2009 recogerán un «esfuerzo adicional» directamente vinculado con las consecuencias del aumento del paro, a través de una dotación de 1.500 millones de euros adicionales para cubrir las prestaciones por desempleo.

El empleo, prioritario

En este sentido, apuntó que «los temas más apremiantes a corto plazo son los relacionados directamente con el empleo», para lo cual confió, entre otras cosas, en el papel que jugará el diálogo social con empresarios y sindicatos.

Precisamente, Zapatero recordó que propondrá a los agentes sociales una ampliación del actual Plan de Empleo para elevar su presupuesto total hasta los 1.106 millones de euros, con el fin de capacitar y adecuar profesionalmente a 100.000 desempleados.

El presidente avanzó también que el Ejecutivo autorizará la presencia de sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario, que gozarán de un «régimen fiscal favorable», impulsando el mercado del alquiler, facilitando el acceso a la inversión en inmue­bles al pequeño y mediano ahorrador y aportando liquidez al sector.

Al respecto, desde el Gabinete de Beatriz Corredor se precisó que estas ventajas fiscales consistirán en una «exención del pago de Impuesto sobre Sociedades» y una mayor «transparencia tributaria» para el pequeño inversor. Asimismo, apuntaron que el marco regulatorio que se pondrá en marcha obligará a que el 90 por ciento de los beneficios se tenga que entregar a los inversores como dividendos.

Otra de las estrategias del Gobierno para afrontar el ‘parón’ de la construcción será el desarrollo del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT) con «igual o superior intensidad» que hasta ahora, apuntó Zapatero.

La patronal plantea su batería de medidas para salvar el sector

La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) señaló recientemente al Gobierno que es «mejor promover ayudas coyunturales a la actividad de la construcción que subvencionar el desempleo», tras constatar la «severa crisis» que atraviesa el sector.

La patronal recordó que el «creciente paro» conlleva un fuerte aumento de las prestaciones de desempleo, con el consiguiente «fuerte incremento» del gasto público que, según advirtió, «en caso de prolongarse podría llegar a ser inasumible».

Así, en un comunicado, la patronal destacó de entre sus propuestas la creación de un nuevo tipo de vivienda protegida, intermedia entre la libre y la de precio concertado; la adaptación de las retenciones fiscales por IRPF en función del esfuerzo financiero del contribuyente para pagar la vivienda, actualizar las deducciones para su compra y buscar fórmulas para garantizar los tipos de interés de los préstamos a los compradores.

En el paquete de medidas que el sector elevó al Gobierno en la primera mitad del año se incluye también un impulso a la actividad de rehabilitación de edificaciones, la promoción de un plan integral de acondicionamiento de conducciones de agua y la aceleración de la inversión en obra pública recurriendo a la iniciativa privada.

La CNC reiteró la «necesidad» de que el Gobierno valore y asuma las propuestas y que tenga en cuenta la «disposición» del sector a colaborar para superar la actual situación de caída de actividad y aumento del desempleo.

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