Este profesional es experto en todo lo relacionado con la prestación de servicios laborales a organizaciones públicas y privadas por parte de los trabajadores. Su trabajo, por tanto, puede incluir:

  • Asesoramiento jurídico-laboral a personas físicas o jurídicas (empresas privadas, administraciones, sindicatos, asociaciones empresariales, trabajadores…).
  • Asesoramiento en temas de prevención de riesgos laborales.
  • Mediación en conflictos entre empresa y trabajadores y participación en la negociación de convenios colectivos.
  • Representación ante instancias jurídicas en litigios sociolaborales, ya sea defendiendo los intereses de la empresa o los del trabajador (siempre que no exista, claro está, conflicto de intereses entre las múltiples partes a las que puede representar al mismo tiempo en diferentes litigios).
  • Organización de las gestiones relacionadas con la Seguridad Social: altas, bajas, afiliaciones, jubilaciones, pensiones de invalidez, cotizaciones empresariales, etc.
  • Gestión de las relaciones de las empresas con sus trabajadores: formalización y extinción de contratos de trabajo, organización de turnos de trabajo, gestión de nóminas, etc.

Su formación le permite también colaborar en aspectos estratégicos -y no sólo de gestión documental- de la política de recursos humanos de la empresa, como sistemas de reclutamiento y selección, estudios de clima laboral, análisis de puestos de trabajo, desarrollo de planes de carrera, diseño de sistemas de retribución, programas de incentivos, etc.

Qué formación necesita

La formación más indicada para desarrollar todas estas funciones con garantías es la diplomatura en relaciones laborales, una carrera en la que se imparten algunas de las materias de obligado conocimiento para este profesional. Entre ellas, y muy especialmente, el derecho del trabajo y la Seguridad Social.

Además de una formación muy sólida en legislación laboral, este profesional debe tener conocimientos también de gestión de recursos humanos, psicología del trabajo, economía y contabilidad.

Generalmente, el técnico en relaciones laborales necesitará conocer también aplicaciones informáticas específicas para las tareas de gestión administrativa. Y si trabaja en una organización multinacional, el inglés, como mínimo, puede ser poco menos que imprescindible.

Qué perspectivas laborales tiene

Como experto en relaciones laborales, este profesional puede encontrar salidas prácticamente en todas las organizacionesvinculadas de un modo u otro al mundo del trabajo. Esto es:

  • Empresas privadas de todos los sectores.
  • Administraciones e instituciones públicas.
  • Empresas de trabajo temporal (ETTs).
  • Consultoras de selección de personal y gestión de recursos humanos.
  • Asesorías jurídico-laborales.
  • Sindicatos.
  • Asociaciones empresariales o profesionales.
  • Mutuas de accidentes de trabajo.

Sus perspectivas de inserción laboral aún son moderadamente optimistas, pero no hay que olvidar que el número de personas con formación en el área laboral ha aumentado considerablemente en los últimos años.

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