Siete de cada diez españoles se siente muy seguro cuando está en un sitio que cuenta con vigilantes de seguridad. Y la misma proporción reseña la buena opinión que tiene de estos profesionales. Estos son dos de los datos que se extraen del estudio sociológico sobre seguridad privada encargado por la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser).

A esta positiva percepción que la sociedad tiene de esta figura, se une el hecho de la acuciante falta de mano de obra que sufre, cifrada en 21.000 personas desde la propia Aproser. El principal motivo es el marco regulatorio en el que se basa este sector que restringe la profesión a nacionales de la UE. «Parece un poco absurdo que los nacionales iberoamericanos puedan pertenecer a las Fuerzas Armadas y no ser vigilantes de seguridad. O que nosotros, por el contrario, podamos contratar a un húngaro o un lituano y no a un argentino», señalan desde la Asociación.

Este tema podría ser resuelto en los próximos meses, ya que el Congreso de los Diputados aprobó en noviembre una proposición no de ley (por unanimidad) donde todos los grupos consideraban que era un aspecto de la ley que debía modificarse. Desde Aproser esperan que «una vez se conforme la nueva composición del Parlamento, sea una cuestión que se aborde con prioridad por el Ministerio del Interior».

Excesiva burocracia

Otro de los frenos a la contratación de personal se encuentra en los elevados requisitos burocráticos que caracterizan al proceso de habilitación. De este modo, la ley española es la que más horas de formación exige de toda la UE (180), a los vigilantes de seguridad, sólo por detrás de Polonia. «Nosotros apoyamos firmemente este hecho. Sin embargo, no parece excesivamente lógico que transcurran cinco o seis meses desde que una persona desea ser vigilante de seguridad hasta que puede convertirse definitivamente en ello», explican desde Aproser. El proceso está marcado por la publicación en el BOE de las convocatorias, las resoluciones y todo un largo proceso en el que la burocracia hace que todo vaya más despacio.

«En un momento en que la economía española está probablemente sometida a una cierta desaceleración en sus niveles de crecimiento y un incremento en las cifras de desempleo, nuestro sector podría ser una tabla que pudiera ser atractiva para unas personas que se encuentran en una situación laboral comprometida», sostienen desde la Asociación. Sin olvidar que estamos ante un sector laboral con un 85 por ciento de contratos indefinidos.

Áreas de actuación

Los ámbitos de actuación dentro de la seguridad privada son, básicamente, tres: la vigilancia («con posibilidades de desarrollo profesional en determinadas especialidades: vigilantes con armas, escoltas, vigilantes en el ámbito aeroportuario…»); el transporte de fondos («es un sector más maduro»); y el área de alarmas («mantiene unos niveles de crecimiento importantes»).

Un punto a destacar es la presencia cada vez mayor de la mujer. Aunque todavía escasa, desde Aproser la cifran en el 13 por ciento del total.

Un sector con 100.000 efectivos

De los cerca de 100.000 profesionales que conforman el sector de la seguridad privada en España, unas 81.000 personas trabajan como vigilantes de seguridad y el resto se divide en personal de estructura, del sector de alarmas o de otras actividades, según señalan desde Aproser.

Esta entidad reúne a 18 empresas de las casi mil que están en activo en nuestro país, las cuales representan entre el 75 y el 80 por ciento de los servicios de seguridad prestados.

La facturación registrada durante 2007 fue de 3.347 millones de euros, cifra que supone un incremento anual del siete por ciento con respecto al año anterior.

Desde Aproser afirman que dicho crecimiento ha venido motivado por tres factores: la importancia de las infraestructuras de transportes en las grandes urbes, el crecimiento de los centros comerciales y la modificación del hábitat urbano.

Cataluña, Madrid, País Vasco, Aragón y la Comunidad Valenciana son las regiones que presentan una necesidad más acuciante de contratación de estos profesionales.

Preparación a fondo

Las pruebas de acceso a puestos de vigilante se componen de ejercicios prácticos y de un examen teórico de 80 preguntas. Para realizarlas, es imprescindible haberse formado y estar en posesión de la Tarjeta de Identificación Profesional.

La profesión de vigilante de seguridad suele asociarse, por lo general, a una buena aptitud física. Sin embargo, éste no es el único requisito que deben reunir todos aquellos que quieran dedicarse a esto. Entre otros aspecto, se les exige ser mayores de edad y no haber cumplido los 55 años, ser español o tener la nacionalidad de alguno de los Estados miembros de la Unión Europea y carecer de antecedentes penales.

No obstante, algunas de las condiciones más importantes vienen determinadas por factores formativos. Y es que para dedicarte a la seguridad debes poseer un diploma que certifique que has superado los cursos necesarios en los centros autorizados por la Secretaría de Estado de Seguridad.

Esta formación deberá componerse por ciclos formativos de 180 horas y seis semanas lectivas. ¿Cómo acceder a estos cursos? Además de los organizados por el Estado, existen otros gratuitos o subvencionados de forma parcial organizados por grandes compañías de seguridad.

¿Estás en forma?

Esta preparación debe acompañarse de la posesión de la Tarjeta de Identificación Profesional, expedida por el Ministerio del Interior. Con ella y con la documentación que certifique que has recibido la formación pertinente podrás presentarte a los exámenes que organiza el Cuerpo Nacional de Policía, compuestos por dos tipos de pruebas: unos ejercicios prácticos y uno teórico.

Las primeras están destinadas a valorar la aptitud física del candidato. Muchas de ellas tienen carácter eliminatorio, por lo que si no se superan el aspirante quedaría directamente eliminado. Se realizan, por tanto, ejercicios de velocidad (50 metros), de potencia (flexión de brazos, lanzamiento de balón medicinal, salto vertical) y de resistencia general.

La segunda parte del examen tiene carácter teórico-práctico y consiste en contestar por escrito un cuestionario compuesto por 80 preguntas relacionadas con el temario. Éste recoge aspectos relacionados con el derecho penal, procesal penal y laboral, con la práctica jurídica, con el ámbito socioprofesional (deontología de la seguridad, autocontrol, etc.), el técnico profesional (nociones generales de la seguridad, protección en diferentes campos o la detención, entre otros) y el instrumental (técnicas de primeros auxilios, defensa personal, medios de detección, preparación física, etc.).

Para poder ejercer de vigilante de seguridad es imprescindible estar en posesión de la Tarjeta de Identificación Profesional que habilita el Ministerio del Interior. Su obtención viene determinada por la acreditación de haber realizado las pruebas necesarias y, por tanto, poseer los conocimientos suficientes en seguridad privada.

Otras alternativas

Vigilantes privados o de explosivos son algunas de las salidas que también forman parte del ámbito de la seguridad.

El mundo de la seguridad da mucho de sí y muestra de ello es que el cargo de vigilante privado no es el único que existe en él. Vigilante de explosivos, privados o guardias particulares del campo son algunas de las alternativas.

Los requisitos generales que debe cumplir el aspirante son similares a los establecidos para ser vigilante de seguridad. Así, deberán haber realizado ciclos formativos de 180 horas en centros autorizados y ser españoles o de algún Estado miembro de la UE.

Ahora bien, existen condiciones específicas que permiten su ejercicio. Por ejemplo, para ser vigilante privado, es necesario medir, como mínimo, 1,70 metros en el caso de los hombres y 1,65 en el de las mujeres. El acceso a puestos de guardias particulares del campo también cuenta con excepciones, como la que establece que el límite de 55 años de edad no se exige en el caso de los guardas de caza y guardapesca marítimo.

Una escala más

Para ser jefe o director de seguridad se exige una experiencia mínima de cinco años.

Si eres vigilante y aspiras a promocionar, puedes plantearte la posibilidad de ocupar puestos de jefe o de director de seguridad. Respecto al primer cargo, es imprescindible haber ejercido funciones de seguridad durante un mínimo de cinco años y, entre otros aspectos, contar con un certificado médico que demuestre que estás habilitado. Entre las funciones que se asocian a este cargo, se encuentran las de organización y dirección del personal, el control de la formación de los trabajadores y el análisis de situaciones de riesgo.

Del mismo modo, para llegar a ser director de seguridad es necesario contar con una experiencia de al menos cinco años en puestos relacionados con la dirección o la gestión de la seguridad. En este caso, es necesario poseer títulos reconocidos por el Ministerio del Interior, como el Master en Dirección y Gestión de la Seguridad de la Universidad Carlos III de Madrid o el Curso Superior de Seguridad del ICADE.

Fórmate desde dentro

La compañía ESABE Vigilancia cuenta con su propio centro formativo para sus empleados.

Si estás pensando en prepararte para ser vigilante de seguridad, nada mejor que hacerlo de la mano de ESABE Vigilancia. Esta firma, que ofrece servicios de vigilancia y protección de bienes, también se encarga de la formación de su personal, intentando de este modo aligerar los trámites oficiales. Entre las propuestas que ponen a tu alcance destacan los cursos de vigilante de seguridad, escolta, conducción evasiva o los de vigilantes de explosivos.

Quienes superen los programas impartidos en su centro de formación, podrán unirse a los casi 4.000 trabajadores con los que cuenta la empresa. Además, en estos tiempos tan aciagos para el sector de la construcción, desde ESABE se ofrecen como una alternativa para estos trabajadores, que pueden encontrar en la seguridad privada un ámbito de trabajo que, hasta ahora, quizás no se les había pasado por la mente.

¿Qué es lo que ofrece ESABE a sus trabajadores? Como explican desde la empresa, sus empleados disfrutarán de «un trabajo fijo, posibilidades de promoción interna y la ventaja de pertenecer a una empresa que escala posiciones a gran velocidad dentro de la lista de las primeras potencias de la seguridad española».

¿Qué demandan las empresas?

SECURITAS

  1. Demanda anual.
    1.500 personas.
  2. ¿Qué puestos ofrece la empresa?
    Vigilantes de seguridad y aspirantes a vigilantes de seguridad.
  3. Requisitos.
    Los que aparecen en el Boletín Oficial del Estado.
  4. Cualidades más valoradas en los contratados.
    Estabilidad emocional, capacidad de observación y atención concentrada media o alta, coordinación auditiva/manual y visual/manual media-alta, dominio y seguridad en uno mismo y carecer de tendencias radicales.
  5. Remuneración.
    Salario según convenio más pluses por productividad.
  6. Dirección para enviar el currículo
    dolores.perez@securitas.es / pilar.hernandez@securitas.es
    Teléfonos 912 776 062 y 912 776 742

PROSEGUR

  1. Demanda anual.
    5.000 personas.
  2. ¿Qué puestos ofrece la empresa?
    Vigilante de seguridad y sus dos especialidades: vigilante de explosivos y escolta privado.
  3. Requisitos.
    Los que se recogen en el Boletín Oficial del Estado.
  4. Cualidades más valoradas en los contratados.
    Responsabilidad, integridad, auto-control, orientación al cliente y disponibilidad horaria.
  5. Remuneración.
    Es la recogida en el Convenio Nacional de Empresas de Seguridad, aunque hay que tener en cuenta los complementos asociados a servicios específicos y dónde esté prestando el servicio el vigilante.
  6. Dirección para enviar el currículo
    www.prosegurempleo.com
    Tel. 902 361 667

SEGURIBER

  1. Demanda anual.
    Entre 250 y 300 vigilantes en Madrid. En otras delegaciones la demanda varía en función de la zona.
  2. ¿Qué puestos ofrece la empresa?
    Vigilantes de seguridad en distintos ámbitos, vigilantes de seguridad caneros, profesionales de radioscopia, especializados en explosivos, conductores, escoltas y coordinadores de seguridad en centros clientes.
  3. Requisitos.
    Formación específica para ser vigilante de seguridad y para cada puesto, así como la habilitación del Ministerio del Interior.
  4. Cualidades más valoradas en los contratados.
    Grandes dotes de profesionalidad, capacidad de reciclaje continuo, adaptación al trabajo en equipo, intuición, responsabilidad, ser buen observador y actuar con confidencialidad total.
  5. Remuneración.
    Según el convenio del sector de la seguridad, aunque varía en función de factores como el número de horas extras o nocturnidad.
  6. Dirección para enviar el currículo
    curriculum@seguriber.es

UMANO

  1. Demanda anual.
    Entre 90 y 100 vacantes aunque varía a lo largo del año.
  2. ¿Qué puestos ofrece la empresa?
    Vigilantes de seguridad, de explosivos, escoltas privados, inspector de servicios, operadores de central receptora de alarmas y personal de seguridad mecánico-electrónica.
  3. Requisitos.
    Tener la titulación específica expedida por el Ministerio del Interior, si bien hay condicionantes que dependen de las necesidades del cliente.
  4. Cualidades más valoradas en los contratados.
    Espíritu de servicio, orientación al cliente y habilidades sociales.
  5. Remuneración.
    La determinada por el Convenio de Seguridad Privada, aunque hay puestos con pluses en función del servicio.
  6. Dirección para enviar el currículo
    seleccion.personal@umano.es
    Tel. 917 482 820

Direcciones

  • Aproser
    www.aproser.es
  • ESABE Vigilancia
    www.esabe.com
  • Ministerio del Interior
    www.mir.es
  • Prosegur
    www.prosegur.es
  • Securitas Seguridad
    Tel. 912 776 000 – www.securitas.es
  • Seguriber
    Tel. 915 489 760 – www.seguriber.es
  • Umano
    Tel. 902 114 811 – www.umano.es

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