Un día más nos sentamos ante el monitor. Sin darnos cuenta, maltratamos nuestro cuerpo con pequeñas «torturas» que acaban pasando factura en nuestra salud y rendimiento.

La pantalla del ordenador es, directa e indirectamente, una fuente continua de molestias.

  • Fatiga visual: entre un 10 y un 40% de trabajadores sufre cefaleas, visión borrosa, aumento del parpadeo o irritación. Estas alteraciones empeoran con el uso de lentillas.
  • Enfermedades en la piel: el campo electrostático que generan las pantallas puede producir descamaciones o aumento del acné.
  • Dolores lumbares, dorsales y cervicales y cefaleas debidos a una postura incorrecta.
  • Endurecimiento de músculos y articulaciones: debemos relajar cuello y hombros y usar todo el brazo para mover el ratón.
  • Molestias en brazos, manos, muñecas y dedos por el mal uso del teclado.
  • Vigilar el entorno evita estos problemas y nos garantiza mayor eficacia, salud y confort.

    Los hábitos correctos

    El cuerpo necesita movimiento para mantenerse sano y conservar la flexibilidad. Todos comprobamos a diario que es imposible estar ocho horas sentados con una postura estática. Aunque no existe ninguna posición que no produzca fatiga, la «postura de referencia» reduce el cansancio y los dolores musculares. Para ello debemos sentarnos:

  • Derechos
  • Con la espalda recta
  • Los pies apoyados en el suelo
  • Con un ángulo de rodillas y codos de 90º
  • Tensiones oculares y cefaleas están a la orden del día entre los usuarios de ordenador. Y es que la vista es una de las más perjudicadas cuando se trabaja delante de una pantalla. Para evitar trastornos visuales es importante:

  • Situar el monitor en paralelo a las ventanas: reduce brillos y reflejos y permite prescindir de filtros.
  • Mantener una distancia mínima de 50 cm entre los ojos y la pantalla.
  • Cambiar el foco de atención a objetos diferentes y parpadear con frecuencia para descansar la vista.
  • Disponer de iluminación natural, que es la más beneficiosa.
  • Algunas costumbres cotidianas con el teclado originan molestias que se podrían evitar:

  • Levantar las ‘patas’ puede producir el «síndrome del túnel carpiano», inflamación de los tendones que van de los dedos hasta los hombros.
  • «Atacar» las teclas es sinónimo de estrés y cansancio en dedos, manos y muñecas.
  • El teclado debe ser inclinable, independiente y con espacio suficiente por delante para apoyar brazos y manos.

    Durante el día, es fundamental descansar diez minutos cada hora para alejarse del monitor. Es bueno caminar, hacer ejercicios y alternar actividades. En la oficina, por ejemplo, podemos teclear, hacer fotocopias o llamar por teléfono.

    Test de autoevaluación

    Si contestas negativamente a cuatro o más preguntas, tu entorno de trabajo no es el más adecuado:

  • ¿La pantalla y los documentos están situados justo delante de ti?
  • ¿Los caracteres están bien definidos y la imagen es estable y sin reflejos?
  • ¿Sueles ajustar la posición del teclado y monitor cuando cambias de postura?
  • ¿Puedes seguir tu ritmo de trabajo y hacer pequeñas pausas?
  • ¿Cambias y alternas posturas durante la jornada sin dificultad?
  • ¿Tienes el espacio suficiente debajo de la mesa para rodillas y piernas?
  • ¿Dispones de accesorios como reposapiés, portadocumentos o reposamuñecas?
  • ¿Tu empresa te informa sobre tu tarea y los equipos que utilizas?
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