Miquel Bonet, Director del Programa de Competencias de la Universitat de Barcelona iL3

Muchos de los “ninis”, este término peyorativo que ahora está de moda y que trata de identificar a los jóvenesveinteañeros que ni estudian, nitrabajan, son más rápidos, más listos y más sociables que generaciones anteriores al menospotencialmente y además, saben cómo funciona la publicidad y el marketing, leen,aunque no siempre libros o prensa, pero saben interpretar lo que hay detrás de cadafrase, miran vídeos o Dvds, juegan y dominan el espacio audiovisual y criticanlo que ven en la calle, probablemente son más sinceros, porque no esconden susdefectos y no les importa aceptar sudespreocupación o incluso su pereza.

Sin embargo, tienen un sentido social y de cooperación muchomás alto que las generaciones anteriores, son sensibles a los problemas de lagente de otros entornos, porque no creen en los valores que hacen girar elmundo actual, como la mayoría de nosotros, aunque vivamos de alguna forma eneste caos y manipulación económico-marketiano, de todos los días; no es difícil comunicarse con estos jóvenes si olvidamos reproches, prejuicios o críticassistemáticas y en cambio, nos decantamos por la sencillez, la naturalidad y laautenticidad asertiva.

A menudo, hablando con otros colegas decentes, comentamos lagran dificultad que existe para orientar su formación; pero si nos paramos apensar un poco en ello, aplicando, esto sí, unpoco de empatía, nos daremos cuenta que estos jóvenes no creen en el modelo de sociedad del que vampirizan, porque es muy probable queno vaya a ninguna parte; supongo que ellos creen que correr detrás del dinero,comprarse muchas cosas solo para mostrar la riqueza a los demás y embarcarse en deudas que después no pueden saldarse,es tan absurdo, como empezar el día sin nada por hacer, que es la ocupación dela mayoría.

Entodo este entorno, se está promoviendo una opción que sin duda puede acoger amuchos de estos jóvenes, por la única razón, que no es poco, de dar sentido alo que hacen y a su propia existencia: me refiero al llamadoaprendizaje-servicio (APS), que consiste en una práctica educativa que favorecela implicación y participación de los jóvenes en acciones de voluntariadosocial, todo ello, mediante la interacción con su entorno; de esta forma elalumnado puede desarrollar experienciasque le permiten poner en práctica, sus habilidades, conocimientos,competencias y muy especialmente estos valores democráticos y de voluntariadosocial.

Sedice con razón, que vivimos en un entorno egoísta, individual y en excesomanipulado, gracias a los políticos, los medios de comunicación y el propioprogreso que paradógicamente avanza en la misma medida en que va perdiendovalores, como la autoridad, la disciplina, el esfuerzo, el respeto, lacomunicación, etc., hasta el punto en que las propias acciones de solidaridadtienen que ver simplemente con números, porcentajes o cuotas, de forma que la contraprestaciónsiempre es confusa y nada tiene que ver el protagonismo personal delcooperante.

Losdocentes sabemos perfectamente que el aprendizaje requiere sólo motivación,tiempo y práctica; por tanto, debo ser optimista con respecto al aprendizajeservicio porque coincide con una motivación latente de estos jóvenes si somos capacesde ilusionarlos en proyectos serios; además tienen tiempo y alfinal sólo faltará la actitud.

© Laboris
13-12-2010