La gestión de personas es una actividad que, sin lugar a dudas, cada vez tiene un protagonismo mayor en cualquier empresa. Dicha gestión queda en manos del departamento de Recursos Humanos de las compañías, adoptando éste una importancia notoria. Pero, ¿seguirá así en las próximas décadas?

El estudio La Gestión de Personas en 2020. El futuro del mercado de trabajo, elaborado recientemente por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) pronostica, como uno de los posibles escenarios futuros, la práctica desaparición de sus funciones en manos de los mandos intermedios o su externalización. Como señalan los socios responsables de las soluciones de recursos humanos de PwC España, Joan Daura y Manuel González, se trata de «liderar la estrategia empresarial o diluirse: ésta es la disyuntiva a la que se enfrente la función de recursos humanos».

En estos momentos, este departamento se enfrenta a escollos tales como la dificultad para seleccionar al candidato idóneo para un puesto o el envejecimiento de la mano de obra, a lo que se une el incremento de la movilidad laboral. Según el estudio de PwC, «las empresas de hoy se enfrentan a la escasez de personas con habilidades concretas, al trato con los trabajadores en periodos de cambio y a la creación de plantillas efectivas». Y lo que llegará en 2020 serán temas como la desaparición de los límites entre la vida laboral y la personal, las técnicas rigurosas de control del personal para vigilar la productividad y el rendimiento o el incremento de la importancia del capital social.

Visión de futuro

¿Cómo visiona el futuro el estudio de PwC? El documento habla de tres posibles mundos, clasificados en función de su color: azul, verde y naranja. Según la consultora, «los tres escenarios comparten un denominador común: la generación de profesionales que se está incorporando en la actualidad al mercado es más móvil y sus expectativas distintas de cara a su empleador. La empresa y, sobre todo, la dirección de Recursos Humanos, debe ser capaz de adaptarse a su perfil».

¿De dónde parte PwC para elaborar su informe? De la afirmación de que, durante los próximos diez años, las empresas se enmarcarán en un doble eje, que les obligará a elegir entre individualismo o colectivismo, y entre integración o fragmentación empresarial.

En el mundo azul, cada vez serán más grandes e independientes las firmas basadas en el modelo económico actual, tomando sus propias decisiones en lo relacionado con la responsabilidad social corporativa. La especialización es lo que predominará en el mundo naranja, ya que las compañías mostrarán su tendencia a escindirse y a trabajar como redes de colaboración con entidades más pequeñas. En el caso del mundo verde, lo que dominará la agenda corporativa será la responsabilidad social, convirtiéndose la sostenibilidad en una de las claves del negocio.

Según concluyen los socios responsables de las soluciones de recursos humanos de PwC, «RRHH seguirá alineándose con la dirección, pero con una contribución mayor y más tangible a los objetivos corporativos concretos. Por eso, necesitarán medir mejor su aportación a la cuenta de resultados».

Una generación más móvil

El estudio de PricewaterhouseCoopers ha partido de una metodología utilizada por la multinacional Shell, que ésta empleó en 1973 para hacer previsiones durante la crisis de petróleo de Oriente Medio. Además, la consultora ha entrevistado a 3.000 recién licenciados, como representantes de la generación del milenio. Ésta incluye a aquellas personas que entraron en la población activa a partir del 1 de julio de 2000.

Uno de los datos que sorprenden de dichas encuestas es el deseo de estabilidad y regularidad manifestado por dicho grupo. «Buena parte de los encuestados afirmó que esperaba trabajar en un horario fijo, en el despacho o sobre el terreno, y que sólo trabajarían para entre dos y cinco empresas durante su vida laboral».

Según recoge el documento, el director de Personal, Compensación y Beneficios de Tesco Stores, Michael Poulten, cree que «tenemos que prepararnos para la nueva generación que llega al mercado. Una generación más móvil, con distintas expectativas de cara al empleador y deberemos adaptarnos para reflejarlo».

Tres mundos, tres métodos de gestión

AZUL: la empresa, reina y señora

Este futuro escenario parte del reinado del capitalismo en las grandes firmas, siendo éstas cada vez mayores. En él, las preferencias de los individuos anulan las ideas relacionadas con la responsabilidad social corporativa. En este entorno capitalista, primarán el rendimiento y la productividad.
Sus principales características se resumen en:

  • Existencia de carreras largas y planificación profesional.
  • El rendimiento se convierte en un factor fundamental a cualquier nivel, estableciéndose la figura del ‘coach’ personal para los mejores.
  • La empresa tendrá un compromiso tanto con el rendimiento como con las métricas del mismo. Se promocionarán los atributos y comportamientos de la cultura corporativa.
  • La retribución se vinculará muy fuertemente al rendimiento, además de existir el pago por resultados.
  • El aprendizaje se iniciará en la propia escuela, poniendo un especial hincapié en las habilidades para el puesto de trabajo. La formación universitaria, por ejemplo, se gestionará desde la propia empresa, en función del itinerario profesional organizativo previsto para cada trabajador en concreto.

NARANJA: lo pequeño es bonito

Este mundo se caracteriza por el predominio de la especialización en la economía mundial. En él, las firmas se dividen y comienzan a trabajar como redes de colaboración con compañías de menor tamaño. Los profesionales se identificarán con lo que saben hacer o con su red profesional, más que con una empresa concreta.
Algunas de sus características serán:

  • El desarrollo de carreras a corto plazo, muy influenciado por el hecho de que muchos de los contratos se firmarán para cubrir vacantes por unos periodos determinados.
  • Existirán pocas personas clave (se concentrarán en el núcleo central), aunque los contactos con agentes externos serán básicos.
  • Los empleados se comprometerán a corto plazo con los proyectos.
  • En consecuencia, los pagos se realizarán por cada contrato y proyecto concretos. Se potenciará la participación personal en proyectos como un incentivo para los contratistas.
  • En el tema del aprendizaje y desarrollo, habrá una mínima provisión interna, realizándose la formación a través de los gremios.

VERDE: compañías preocupadas

Este planteamiento parte del dominio de la agenda corporativa por parte de la responsabilidad social. De este modo, asuntos como el clima, los cambios demográficos o la sostenibilidad se convertirán en motores clave de los negocios. Según el estudio de PwC, el 90 por ciento de los encuestados tratará de emplearse en aquellas firmas que cuenten con una responsabilidad corporativa clara.
Este mundo se caracterizará por:

  • Aplicar un enfoque holístico en la planificación de los recursos humanos (considerar cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen).
  • Existirá una amplia definición de talento, haciéndose hincapié en las competencias.
  • Los empleados se comprometerán con equilibrar su vida laboral y profesional con la responsabilidad social.
  • En el tema de la retribución, la compensación total tendrá importancia durante toda la carrera profesional.
  • El aprendizaje también se planteará desde un enfoque holístico, proporcionándolo la empresa internamente. Algo habitual serán las misiones y periodos sabáticos remunerados para causas nobles.

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