El agua, el llamado oro blanco no llega, en muchas zonas de España, pura y cristalina a los grifos y los consumidores han tomado conciencia de lo beneficioso que resulta filtrar y purificar el agua que bebemos o utilizamos para cocinar diariamente. Roberto Galán, un joven empresario de 26 años, fundó Euroaqqua hace sólo dos meses y medio en Madrid, una región que siempre ha presumido de la calidad de las aguas que suministra la red pública de abastecimiento. «En Madrid se supone que tenemos el mejor agua pero la realidad no se corresponde con ese tópico porque, por ejemplo, se produce una gran acumulación de cloro», explica Galán. Ese desconocimiento ha sido el principal problema al que se ha enfrentado esta nueva compañía especializada en el tratamiento del agua.

Esta firma trata el líquido mediante la ósmosis inversa, un método para obtener agua de calidad de manera natural, sin utilización de productos químicos. Su principio de funcionamiento se basa en el mismo que sigue nuestro cuerpo para separar las impurezas. En este caso se hace aplicando una presión que fuerza a pasar al agua a través de una membrana semipermeable. Para poder filtrar el líquido elemento, el dispositivo purificador debe retener las partículas consideradas nocivas para la salud que se encuentran en el agua. Estos purificadores retienen los contaminantes más comunescomo cloro, pesticidas, funguicidas, arenas, arcilla, herrumbre, bacterias, plomo o nitratos; obteniéndose un agua mucho más sana.

A esta tarea se dedica Euroaqqua que ya da empleo a seis personas y que, según su impulsor, cuenta con un gran futuro porque «los potenciales clientes son todas aquellas personas que beben agua embotellada y que podrían ahorrar tiempo y dinero si colocaran un purificador doméstico», explica Roberto.

Un sector con futuro

A este sector poco conocido en el centro de España pero muy extendido en otras regiones, llegó este emprendedor porque consideró que tenía un gran futuro más que por estudios o antecedentes profesionales porque para Galán «al empezar un proyecto, si no tienes un área muy definida, es más fácil encontrar el negocio: en caso contrario te centras sólo en lo que conoces y de ahí no sales», explica. El emprendedor recuerda con humor que, profesionalmente, lo más parecido que había hecho al tratamiento de agua antes de adentrarse en este terreno «era el submarinismo».

El director de Euroaqqua añade que ofrecer un servicio de calidad es esencial para cualquier empresa, pero más para una que empieza y asegura que sólo trabajan con los mejores equipos que vienen a costar al cliente entre 700 y 3.800 euros. La instalación de los dispositivos purificadores es muy rápida porque desde que se inicia a través de teleconcertación hasta que el purificador queda instalado, pueden pasar algo más de dos horas.

Sin subvenciones

Euroaqqua se sitúa en una oficina de 100 metros cuadrados en el Polígono de Las Mercedes (Madrid). La aventura empresarial se inició con cuatro meses de preparación y con un capital «suficiente» aunque no cuantioso y sin ayudas públicas. El joven empresario está desilusionado con las subvenciones «porque parece que si no tienes dinero o avales no hay nada que hacer, no hay ninguna ayuda para comenzar con una empresa», asegura Roberto Galán.

Superada esta primera dificultad, el segundo obstáculo fue encontrar personal preparado para trabajar. La formación de técnicos en este sector es cara y no es fácil contratara los empleados necesarios. En cuanto a la competencia, es escasa y Roberto cree que positiva porque ayudará a fomentar la concienciación entre los potenciales clientes.

El mantenimiento es la baza fundamental que juega esta joven compañía porque si los filtros no se recambian en su momento y no se hace un seguimiento del equipo se pueden perder las facultades del tratamiento. Ese servicio de postventa es el que otorga calidad al servicio que pueden ofrecer las compañías del sector.

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