Las empresas buscan fomentar la unión y la comunicación entre sus empleados como estrategia básica entre sus empleados. Para dar respuesta a esta necesidad empresarial nació en 2003 Fuente Pizarro Eventos & Empresa (www.fuentepizarro.com), un complejo multifuncional de 35 hectáreas y 7.000 metros cuadrados de instalaciones. Este proyecto es el resultado de un grupo de socios y está liderado por Álvaro Yturriaga.

Fuente Pizarro E&E buscar dar respuesta original a los nuevos retos de grandes y pequeñas empresas. «Es un área dentro de nuestra compañía que está destinada a la organización de reuniones profesionales y empresariales», explica Álvaro Yturriaga. El objetivo es ofrecer un tipo de ocio que fomenta determinados valores humanos y corporativos y reconoce a los empleados como el principal activo de las compañías. Para ello, el complejo cuenta con avances tecnológicos y se presenta como un lugar para el desarrollo de programas que ponen en práctica la formación convencional aprendida en sala.

Desde 2005 funcionan a pleno rendimiento en el ámbito empresarial, «aprovechando un nido de mercado como es la formación no convencional». Antes de ello, realizaron un estudio de mercado «tratando de ver qué es lo que podía existir en la Comunidad de Madrid y también en otras zonas de España, que pudiera tener alguna relación. Sabíamos que las empresas necesitan de un lugar con bastante calidad para prestar servicios tanto de formación como de todas sus actividades empresariales de marketing. Y vimos que aquí había muchos metros cuadrados y que las propias instalaciones eran un marco incomparable para este tipo de acciones», comenta el socio de Fuente Pizarro.

La puesta en marcha ha requerido de una inversión inicial de 720.000 euros que «fueron destinados a la realización de reformas dentro de las instalaciones y de marketing y medios para el desarrollo de todo tipo de programas y medios para los propios empleados», basado en financiación bancaria e inversión personal. La inversión total hasta la fecha es de 3,5 millones de euros.

Dificultades iniciales

Álvaro Yturriaga , un joven de 24 años pero con una gran experiencia empresarial a sus espaldas, ha visto cómo su juventud se ha convertido en el principal obstáculo al que ha tenido que enfrentarse a la hora de poner en marcha este negocio. «Soy una persona bastante joven en este sector ya que la gente que requiere nuestros servicios suele ser de bastante nivel dentro de las empresas (directores de recursos humanos, de formación, de marketing). Nunca he tenido ningún miedo de demostrar que la política de trabajo se demuestra trabajando y esa ha sido la base de nuestro pequeño éxito».

Para poner en marcha esta gran maquinaria cuentan con 30 empleados que trabajan desde el departamento comercial al de I+D en eventos. Además, han realizado campañas de publicidad en prensa escrita y medios profesionales en las empresas. Eso sí, su promotor destaca que «siempre hemos querido que conozcan nuestras instalaciones y nos vean trabajar» como mejor medio publicitario.

Fidelizar a los clientes

En estos dos años, Fuente Pizarro ha obtenido un rápido desarrollo. «Hemos crecido muy rápido gracias a la profesionalización que hemos realizado en cada departamento. Creo que nos queda mucho por aprender junto con las empresas. Hemos llegado en un buen momento porque antes, cuando se lo planteabas a las empresas, quizá no sabían ni lo que era la formación no convencional y el outdoor», explica Yturriaga.

Gracias a su innovación han conseguido mantener e incorporar una gran variedad de clientes. «El 90 por ciento están englobados dentro de multinacionales. Tenemos a banca, farmacéuticas, automovilísticas, consultorías, auditorías, empresas de marketing. Tocamos muchas áreas y eso nos ayuda a ir mejorando e ir aprendiendo de ellas porque una vez que se firma un contrato se crea una colaboración estrecha». Eso sí, para Yturriaga todas las compañías que reclaman sus servicios tienen algo en común: «el cuidado por sus empleados, porque son conscientes de que las empresas se van poco a poco deshumanizando por las tecnologías. Ahora muchas empresas disponen de sedes interconectadas a través de sistemas pero ni se conocen y están trabajando en equipo, y eso es un problema y se nota. Es lo que nosotros siempre decimos a las empresas: que tienen que fomentar la comunicación con sus empleados».

Para conseguir esta fidelización, Álvaro Yturriaga también destaca el cuidado que prestan a la relación calidad-precio, puesto que toda empresa que acude a Fuente Pizarro busca una rentabilidad, que en este caso se medirá por la satisfacción de sus empleados. «Si no fuéramos capaces de aportar resultados medibles a esas empresas, les resultaría aparte de inoperativo, no interesante», destaca Yturriaga.

Sin duda Fuente Pizarro es una empresa innovadora en el mercado. En la línea de su originalidad y su apuesta por afianzarse en el mercado, sus planes pasan por aumentar sus servicios en la hostelería el próximo año. Planes que se engloban dentro de unas cifras nada envidiables. En 2004 la facturación llegó a 500.000 euros, en 2005 casi alcanzó el millón de euros y en 2006 prevén unos 2,5 millones.

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