La educación de los más pequeños de la casa es una de las preocupaciones principales de la casa. De ahí que los padres estén pendientes de este aspecto desde edades muy tempranas. De hecho, durante los primeros meses de vida el bebé comienza a ser consciente de los estímulos que tiene alrededor, pero estos deben potenciarse en la medida de lo posible.

La firma que hoy nos ocupa, Gymboree, basa su filosofía de negocio en la estimulación temprana. El concepto acaba de aterrizar en España pero su puesta en marcha se remonta a 1976 y a la ciudad norteamericana de San Francisco. El concepto nace «bajo la iniciativa de una madre californiana que buscaba un lugar seguro, divertido y acogedor para que padres e hijos compartieran un espacio en el que jugar juntos», señala una de las socias directores de Gymboree, Esther Arce.

Tras más de 30 años de experiencia en el mercado, la firma cuenta con unos 600 establecimientos a nivel internacional, con una gran presencia en Estados Unidos y Canadá. También está implantada en México, Corea del Sur, Reino Unido y China. Y su actual estrategia de expansión se dirige hacia Asia, África y Europa. Gymboree no debe considerarse ni un centro de aprendizaje y juego infantil ni una escuela o guardería, sino que es algo más.

«Buscamos que padres e hijos compartan experiencias en nuestros centros, al mismo tiempo que potenciamos la estimulación temprana de los pequeños a través de actividades físicas, cognitivas y creativas», explica Esther Arce. «Se trata de un sistema de trabajo propio basado en un método desarrollado por expertos en pedagogía y neurociencia, revisado y certificado periódicamente por el organismo americano ZeroToThree (pionero en investigación y desarrollo de cero a tres años)».

Crecimiento

La expansión a través del sistema franquiciador se puso en marcha en su país de origen, una vez que se comprobaron los buenos resultados de su método. De ahí que a España lleguen con las perspectivas de desarrollar, a medio plazo, una amplia red de franquicias. «Actualmente contamos con un establecimiento propio en el Centro Comercial Moraleja Green de Madrid», comenta Esther Arce.

«Nuestra intención es alcanzar 25 establecimientos a medio plazo. Para ello estamos llevando a cabo una estrategia de crecimiento basada en la prudencia». A la hora de fijar las zonas para su expansión, no descartan ninguna población, aunque se muestran muy interesados en asentarse en las principales ciudades españolas en la primera fase de su crecimiento.

La red de franquicias contará con todo el apoyo necesario para su desarrollo y buen funcionamiento por parte de la central. De este modo, ésta intentará proporcionar todo el soporte necesario para cubrir cualquier necesidad que pueda surgir. «Hemos desarrollado un dispositivo basado en cinco aspectos fundamentales: adiestramiento, asistencia directa y presencial en cualquier área, apoyo logístico, auditorías y actualización de manuales», afirma Esther Arce.

¿Por qué apostar por ellos? Porque, como explican desde la propia enseña, se trata de un concepto tan novedoso en nuestro país que apenas tiene competencia. Además, no tiene un techo de crecimiento sino que el esfuerzo de cada empresario es el límite.

¿Quieres hacer cálculos?

La enseña propone dos modelos de franquicia diferentes.

Dos son los modelos de franquicia que propone Gymboree. El primero combina su propio método con el arte, la música y los programas complementarios. El segundo se centra en el arte y la música.

En el primer caso, la inversión necesaria para poner en marcha una franquicia es de 75.000 euros (ni en este caso, ni el otro se incluye la estimación del gasto necesario para la obra civil), estableciéndose un canon de entrada de 17.000 euros. El ‘royalty’ de mantenimiento que habrá que pagar será del siete por ciento, no existiendo en ninguno de los dos modelos el pago de un canon de publicidad. El local necesario tendrá 250 metros cuadrados y se ubicará en una población de más de 100.000 habitantes.

En el segundo caso, la inversión es de 27.000 euros y el canon de entrada de 15.000. El ‘royalty’ que hay que pagar es del seis por ciento. El local tendrá un mínimo de 90 metros cuadrados y se establecerá en una población de 50.000 habitantes.

La duración del contrato será, para ambos casos, de cinco años.

Franquiciados con una fuerte vocación de servicio

La formación específica no será necesaria, pero sí el interés por los niños y sus padres.

Los futuros franquiciados de Gymboree no tienen que poseer una formación específica aunque sí que deben sentir una fuerte vocación de servicio hacia los niños y sus padres. Además, será requisito obligatorio que tengan un alto nivel de inglés, ya que las clases se desarrollan en un contexto bilingüe.

Uno de los pilares del éxito de esta enseña es la formación que imparten. Ésta se compone de un período inicial que está apoyado por una serie de ciclos. Además, en el plan formativo se recopila toda la información relativa a normas, política de empresa, procedimiento, análisis de gestión, montaje y mantenimiento de los equipos, venta de productos, recursos humanos, herramientas comerciales, formación del personal, imagen, salud y seguridad.

Respecto al personal necesario para abrir un centro, la cifra dependerá de diferentes variables: de si el franquiciado se empleará o no en el día a día, de las cualidades personales del propio empresario, del rendimiento que se le quiera sacar al centro, del tipo de contratación, etc.

«Como mínimo, las funciones que deben cubrirse en un centro Gymboree son las de ‘manager’ o gerente, coordinador académico e instructor», explica la socia directora de la firma, Esther Arce.

Más información:

Gymboree

C/ Pedro Texeira, 8 – 28020 Madrid

Tel.: 915 983 345
www.gymboree.es
franquicia@gymboree.es

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