Los tiempos en que uno era estudiante durante un tiempo para luego pasar a ser trabajador y no volver a abrir un libro en la vida ya han quedado atrás. Ahora, la mayoría de los trabajadores siguen siendo además estudiantes. Y es que nadie quiere perder su empleo por no estar preparado, nadie quiere quedarse atrás. Por eso, hoy más que nunca, los trabajadores españoles saben que les conviene seguir siendo estudiantes. La enseñanza tiene ahora más valor que nunca.

Los estudios son clave
La formación es un elemento clave en cualquier carrera profesional. Siempre ha sido así. La diferencia es que ahora esta formación nunca se da por finalizada. Los trabajadores se preocupan cada vez más de mantener activo un desarrollo profesional y eso significa apostar por la formación continua. Seguir estudiando es considerado como un valor de los trabajadores: asegura su puesto actual y les da mayores posibilidades a la hora de encontrar un nuevo empleo.

La formación: apuesta de todos
Muchos son los trabajadores que confían en el poder de los estudios para acceder al mundo laboral. De hecho, una reciente encuesta de Adecco a 500 trabajadores concluyó que el 93,2% mejoraría su formación en el caso de estar parado. En ese caso, un 36,6% se decantaría por estudios de Formación Profesional, el 26% aprendería idiomas, el 22,8% se apuntaría a realizar un master, un 9,8% se dedicaría a aumentar sus conocimientos informáticos y sólo el 4,9% se lanzaría a iniciar una carrera universitaria.

Aplicar los estudios
Aunque a veces pueda parecer difícil aplicar al puesto de trabajo todo lo que uno ha aprendido en el ámbito académico, la realidad es que los estudios preparan a la mayoría de personas para ejercer su profesión. Así, según señala el mismo estudio de Adecco, para los trabajadores sus estudios son algo muy relacionado con su puesto de trabajo: un 52,3% asegura que la formación que ha recibido tiene una aplicación directa en su vida laboral.

Satisfechos con la FP
En el caso de la FP, la satisfacción por los estudios realizados en relación a la preparación para su puesto de trabajo es muy alta: un 73,1% de los trabajadores de FP se muestran satisfechos. En el caso de los estudiantes universitarios, en cambio, esa satisfacción desciende hasta un 56%. De todos modos, el 65,9% de los encuestados se confiesan felices con su elección de estudios, mientras que solamente un 34,1% se arrepiente y elegiría otros.

Pero, ¿qué sucede cuando ya se tiene un buen trabajo? ¿hay que dejar de estudiar o por el contrario es mejor seguir formándose? Los trabajadores tienen claro que, aunque ya tengan su puesto laboral, prefieren empresas en las que se apueste por la formación continua. En este caso, se decantarían por una formación específica relacionada con sus funciones cotidianas (37,8%) y sólo unos pocos (10,8%) optarían por los idiomas, aun reconociendo su importancia.

Actualizar el CV
En los portales de búsqueda de trabajo online, todos los expertos coinciden en recomendar que se actualice el currículum como máximo cada seis meses. Es decir, se considera que un trabajador habrá añadido algún tipo de formación a su currículum vítae cada medio año. Y es que esta herramienta esencial para encontrar trabajo es un reflejo de la realidad: hay que estar continuamente añadiendo cursos a nuestra formación, cursos que estén directamente relacionados con el crecimiento de nuestra carrera. Así, el CV es considerado un elemento de marketing personal que nos ayuda a realizar un trabajo que nunca se acaba: gestionar nuestra carrera profesional. Mantener esta herramienta bien engrasada nos permite ser conscientes de cómo está evolucionando nuestra carrera, saber si nos estamos dirigiendo hacia donde nos habíamos propuesto y, si hiciera falta, tomar medidas correctivas. El currículum actualizado es de este modo un mapa que nos permite ver dónde nos encontramos, planificar hacia dónde queremos ir y decidir qué formación nos puede ayudar a llegar.