En tiempos de crisis es muy importante para cualquier empresa minimizar los gastos y las inversiones. Por eso, el funcionamiento de la maquinaria industrial, los ordenadores y todo tipo de infraestructuras depende cada día más de una figura que siempre fue necesaria en una empresa: el técnico de mantenimiento. Ahora más que nunca, su función servirá para mantener el presupuesto de la empresa bajo control sin por ello hacer peligrar la calidad de su producción.

 

Oficinas, centros comerciales, hospitales, fábricas… todos necesitan contar con profesionales capaces de llevar a cabo un mantenimiento preventivo y correctivo de las instalaciones. Evitar males mayores, reparar piezas en lugar de sustituirlas, atender las necesidades de las líneas de producción y mantener en buen funcionamiento las instalaciones antes que tener que pagar unas nuevas puede convertirse en todo un arte del ahorro muy solicitado en la actualidad. 

 

Las funciones de este profesional son amplias y varían dependiendo de su grado de especialización. Los hay que ofrecen un mantenimiento integral que implica la revisión de aspectos que van desde la electricidad a la albañilería, la fontanería y la climatización de los edificios. Otros están especializados en electricidad, en sistemas informáticos o incluso en algo tan concreto como el mantenimiento ferroviario. Los electromecánicos, expertos en el mantenimiento y reparación de maquinaria industrial, también forman parte de este colectivo profesional.

 

Un obrero imprescindible

 

No existe oficina que no dependa de un técnico para mantener sus ordenadores en red, o fábrica que no precise profesionales capaces de montar y mantener su maquinaria y equipo electromecánico, los sistemas eléctrico y electrónico o trenes que no precisen de expertos en la puesta a punto de la maquinaria y equipo electromecánico ferroviario, motores Diesel y sistemas mecánicos, neumáticos, hidráulicos y eléctrico-electrónicos específicos de los vehículos rodantes ferroviarios. Por ello, porque se encargan del mantenimiento preventivo y correctivo de las instalaciones y equipos de toda empresa, estos técnicos son uno de los perfiles más demandados del 2009.

 

Para convertirse en técnico de mantenimiento hay que formarse profesionalmente, bien mediante la FP de grado medio bien mediante la de grado superior. Las ofertas y titulaciones son variadas: Electricidad, Electrónica o en Mantenimiento y Servicios a la Producción, Explotación de Sistemas Informáticos, Instalación y Mantenimiento Electromecánico de Maquinaria y Conducción de Líneas, Mantenimiento Ferroviario, Montaje y Mantenimiento de Instalaciones de Frío, Climatización y Producción de Calor… Al finalizar la formación en el centro educativo, suele completarse el proceso realizando actividades propias de la profesión en empresas del sector.

 

Según la agencia Adecco, en esta área profesional son muy valorados cursos especializados de refrigeración y climatización, así como poseer el carné de instalador o mantenedor de electricidad. También existen otros cursos que ofrece el INEM que nos permitirán acceder a estos entornos laborales. Por otro lado, para ser técnico de mantenimiento es necesario al menos un año de experiencia como peón. En unos 3 años, además, un técnico de mantenimiento puede llegar a ser oficial de 1ª y tener un equipo a su cargo como coordinador de mantenimiento. El salario medio de un técnico de mantenimiento oscila entre los 19.000 y 22.000 euros anuales, dependiendo de la experiencia del candidato.

 

¿Cuál es su perfil?

 

Esta es una ocupación que ofrece y exige flexibilidad a sus profesionales. Así, hay que ser consciente de que para trabajar en mantenimiento hay que tener una buena disposición a los cambios de horario y no dar demasiada importancia al hecho de faenar de noche o en festivos, ya que se realizan turnos al tratarse de un área que nunca puede quedar desatendida. Sin duda estos técnicos son una de las piezas básicas de toda empresa, puesto que sin su trabajo quedaría bloqueado todo el sistema. Esto es así tanto si hablamos de ordenadores, como de impresoras, como de maquinaria pesada. Sin embargo, muchas de las tareas del técnico de mantenimiento nos pasan inadvertidas, sobre todo cuando se logran los objetivos. Es cuando no es así que su presencia se hace notar. Por ejemplo, algo a lo que prestamos tan poca atención como el sistema de climatización y ventilación de un local no tardará en llamarnos la atención cuando deje de funcionar como debe.

 

Sin embargo, aunque estos trabajadores lidien a diario con las máquinas, es un oficio que en muchas ocasiones se lleva a cabo en lugares públicos. Un hospital, un supermercado o una multinacional, querrán contar, por esta razón, con profesionales con buena presencia y maneras, así como la capacidad de trabajar en equipo.