Ser madre en España depende en muchas ocasiones de una difícil elección: o la carrera laboral o tener hijos. No es así en todos los países y, de hecho, el nuestro se coloca, en este aspecto, a la cola de Europa. Lo más preocupante es que la situación, lejos de mejorar, podría estar yendo a peor. ¿Estamos a tiempo de mejorar?

La mitad de las mujeres con trabajo no tiene hijos, la mayoría de ellas, porque lo considera incompatible con su profesión. Además, el 85% de las mujeres españolas renuncia a tener más hijos por motivos laborales. Así, España se sitúa entre los países con mayor discriminación laboral de las mujeres con hijos. Los datos provienen del estudio de la Fundación Acción Familiar: “Mujer e igualdad de trato. Análisis de la maternidad en la UE”, escrito por Maria Teresa López. De hecho, todos los estudios destacan una cosa: España está a la cola, junto con Grecia, en cuanto a la paridad y la flexibilidad horaria. Así lo confirma también el último informe de la Unión Europea.

Ayudas a la conciliación
La dificultad en nuestro país a la hora de conciliar trabajo y vida familiar es de sobras conocida. Solo algunas empresas ayudan a sus trabajadoras a compaginar la labor en el trabajo con las propias de criar a los hijos. En demasiados casos, las mujeres no se ven apoyadas en esta tarea y, cada vez son más las que optan por retrasar la maternidad o por tener solamente un hijo. Pero, ¿es legítimo tener que escoger entre familia y trabajo?, ¿tiene futuro una sociedad que limita los nacimientos?

Desde el gobierno, las medidas para poner soluciones a este problema son escasas. Y las bajas por maternidad son inferiores a la media europea. El pasado mes de febrero se presentó en Madrid el informe “Diez años de conciliación en España”, elaborado por las profesoras del IESE Nuria Chinchilla y Consuelo León. El estudio es fruto de una investigación con más de 5.000 empresas. Según el informe sí existe una ligera mejora: mientras que en 2006 sólo un 6% de las empresas eran flexibles en sus horarios, en 2010 la cifra era un 15%. Existen pues 200 empresas que se pueden considerar familiarmente responsables. Y la noticia es la siguiente: la conciliación también genera riqueza. Así, las empresas deberían invertir en conciliación, lo que es un bien para la sociedad y una forma de hacer crecer tanto la productividad como la natalidad.

Compararse con los demás
Aunque en la esfera personal compararse con los demás suela traer muchos problemas, en las sociedades, observar a otros países es a veces una forma de ampliar el campo de visión y encontrar soluciones. Está claro que lo que funciona en un sitio no se puede calcar en otro, pues diferentes factores culturales y económicos son esenciales a la hora de mejorar una sociedad. Sin embargo, ver lo que funciona en países avanzados como Noruega o Dinamarca nos puede orientar a la hora de seguir el hilo hasta encontrar una solución. En definitiva, los grandes cambios no proceden de los gobiernos sino de la convicción y el compromiso de los ciudadanos.

Una de las alternativas que se ponen en práctica en empresas de otros países es la opción de trabajar desde casa cuando las circunstancias lo permitan. Otra es la flexibilidad en el horario laboral. Ambas opciones están muy poco extendidas en países como España, Grecia, Finlandia o Letonia. Sin duda un horario más individualizado es una ayuda a las mujeres que buscan poder conciliar la vida familiar y la laboral. También para los hombres. Y es que la igualdad entre sexos de condiciones laborales y de sueldos también es una asignatura pendiente en nuestro país. Otra contribución a la conciliación son los trabajos a tiempo parcial bien pagados y con oportunidades de promoción.

Aspectos a mejorar
Precisamente, según el libro de María Teresa López, una de las razones que llevan a las mujeres a no tener más hijos son las jornadas laborales. La rigidez de los horarios, su extensión y su no coincidencia con los horarios escolares son pues las principales razones del descenso de natalidad. El miedo a perder el empleo actúa en muchas ocasiones, puesto que las empresas perciben la noticia como un problema. De hecho, las mujeres con tres hijos o más tienen una tasa menor de ocupación aquí que en otros países europeos. Lo cofirman los datos del Instituto nacional de estadística (INE) y del Eurostat: el 49% de las trabajadoras españolas no tiene hijos, un 27% tiene un solo hijo, un 20% tiene dos y sólo el 4% tiene tres o más.