La globalización y las tecnologías de la información han transformado la forma en que las empresas hacen negocios, simplificando tareas rutinarias y repetitivas, pero sobre todo ayudando en el proceso de toma de decisiones: ya sean decisiones relacionadas con la comercialización y la logística, ya sean decisiones sobre el lanzamiento de nuevos productos y la fidelización de clientes, ya sea en áreas donde tradicionalmente los aspectos numéricos no eran tan importantes, como la organización de los recursos humanos.

En consecuencia, entender y saber analizar los datos se ha convertido en una profesión de presente y futuro. De ahí que las empresas estén demandando, cada vez más, perfiles profesionales con gran capacidad analítica y que estén familiarizados con las técnicas de estudios de datos.

En consecuencia, resulta fundamental contar con especialistas en la toma de decisiones a partir de los datos, es decir, se necesita un perfil de profesional que combine la parte más técnica del estudio de datos que se inicia con la recopilación de datos y que tras un proceso de análisis culmina en la formulación de estrategias empresariales de futuro basadas en dicha información.

La Universidad, como garante de la transmisión de conocimientos a nivel superior, no puede quedar al margen de esta dinámica y debe participar activamente en este cambio hacia una “Economía de Datos” impulsando la creación de estudios transversales que ofrezcan conocimientos de negocios y tratamiento datos. Esa transversalidad es, precisamente, la que ofrece la Inteligencia de Negocios (IN) o Business Intelligence (BI), una disciplina que se centra en el uso de tecnologías y procesos analíticos para transformar datos en información útil para la toma de decisiones empresariales. Con todo, estas necesidades en términos de oferta de grado no están bien cubiertas en el sistema universitario catalán.