La composición de la aspirada de médula ósea se deriva de la médula ósea de un paciente. Contiene una mezcla heterogénea de células madre y progenitoras, plaquetas y glóbulos blancos, cada uno de los cuales contribuye al proceso de curación. Células madre. Las células madre pueden diferenciarse en muchos tipos diferentes de células. Hay varios tipos de células madre, incluyendo hematopoyéticas y mesenquimales. Varían en el potencial de diferenciación y en los tipos de células terminales en que pueden convertirse. Las células madre hematopoyéticas (HSCs) típicamente se diferencian en componentes de células vasculares y de la sangre. Las células madre mesenquimales (MSC) tienen la capacidad de diferenciarse en muchos tipos de células diferentes responsables de la reparación o el crecimiento del hueso, cartílago, músculo, médula ósea, tendones, ligamentos y tejido conectivo. Células Progenitoras Endoteliales. Las células progenitoras endoteliales también conservan la capacidad de diferenciarse en otros tipos de células, pero en menor medida que las células madre. Las células progenitoras son capaces de liberar BMP-2 y BMP-6, dos proteínas morfogenéticas óseas que desempeñan un papel en la formación ósea. Plaquetas y factores de crecimiento. Las plaquetas son ricas en factores de crecimiento, que juegan un papel crítico en el proceso de diferenciación de células madre. Los factores de crecimiento obligan a las células madre a diferenciarse a través de proteínas, que se unen a los receptores en la superficie de la célula. Se envía una señal al núcleo para desactivar o activar ciertos genes, lo que genera las proteínas que dictan la diferenciación celular.