En general, los océanos y los mares contienen más diversidad biológica que los ecosistemas terrestres y de agua dulce. Los ecosistemas marinos desempeñan un papel clave en el clima y los patrones climáticos. Indispensable para la vida misma, el ambiente marino también es un gran contribuyente a la prosperidad económica, el bienestar social y la calidad de vida.

Aunque la relevancia socioeconómica de los aspectos antes mencionados a menudo puede ser subestimada por la sociedad, el impacto de la mano del hombre en el medio marino se demuestra con demasiada frecuencia. La respuesta al vertido de hidrocarburos (Exxon, Erika, Prestige, Deep Sea Horizon) requiere la participación de personal multidisciplinario (oceanógrafos, biólogos marinos, químicos, geólogos y gestores ambientales). Los efectos del cambio climático, como el calentamiento del agua de mar en la superficie, la elevación del nivel del mar y la acidificación y eutrofización de los océanos, son motivo de creciente preocupación para los gobiernos, los científicos y la sociedad. Son problemas ejemplares; ninguno se puede resolver por separado. Las perspectivas de crecimiento para la economía del océano y su potencial para la creación de empleo solo tendrán éxito si la salud de los océanos está debidamente preservada (The Ocean Economy en 2030, OCDE 2016). El crecimiento de una serie de industrias marinas en las últimas décadas apunta a mayores niveles de explotación y, por lo tanto, demanda de personal capacitado que entienda el entorno marino.

Existe una necesidad de formación en la comprensión de las consecuencias del cambio climático; la gestión sostenible de la zona costera; la protección del ecosistema marino y costero; y la conservación de la biodiversidad y el patrimonio natural de los océanos.

* Para mayor información acerca del precio, consultad con la secretaría del máster.