Los recientes cambios en la demanda de servicios odontológicos unidos a una cada vez más mercantilizada práctica de la Odontología nos hacen prever una importante transformación de esta parcela de las Ciencias de la Salud en los próximos años. Por un lado están : la disminución da natalidad y el envejecimiento de la población, la mayor motivación de la población por el cuidado y la salud bucodental, y la disminución de la caries y/o pérdidas dentarias frente al incremento del interés por los problemas periodentales, y la estética dentofacial, las patologías relacionadas con las articulaciones temporomandibulares, las alteraciones bucodentales de los pacientes con deformidades dentofaciales y/o discapacitados, medicamente comprometidos, etc; y por otra lado el considerable incremento de odontólogos que no revierte en la mejora de calidad de los tratamientos odontológicos, sino una cada vez mayor y desleal competencia que conduce al descrédito profesional. Ante este panorama, tenemos que ser conscientes de la necesidad de introducir importantes cambios en la formación de los profesionales de la odontología que hagan que esta sea cada vez mejor y lo más actualizada posible, adaptándose a las necesidades de la población y sin olvidarnos de la ética profesional. Estos cambios pasan por una formación especializada en la investigación básica y clínica, la incorporación de nuevas pruebas diagnósticas y los más recientes procedimientos terapéuticos conduzcan a una práctica odontológica basada en la evidencia científica y adecuada a la problemática individual e integral del paciente. La odontología en su aplicación práctica diaria, necesita del conocimiento de buenas medidas diagnósticas y la aplicación terapéutica correcta teniendo en cuenta las modificaciones individuales, locales y sistémicas, no olvidando que la boca forma parte de un todo que es el organismo humano. Por eso se establecen los siguientes objetivos concretos:...