La Pediatría, en su definición actual, es una disciplina integral que considera la dimensión biológica del continuo salud-enfermedad en estrecha relación con las dimensiones psicológicas, sociales y ambientales. Los avances científico-tecnológicos han contribuido a mejorar notablemente la atención en salud pediátrica, aumentando la sobrevida del niño. Ello ha significado un incremento de las patologías crónicas en la infancia, dando lugar a un grupo creciente y complejo de pacientes. Dentro de este contexto, la Medicina Intensiva Pediátrica ha cobrado una especial importancia como rama multidisciplinaria, dedicada en forma exclusiva y especializada al paciente pediátrico gravemente enfermo, el cual requiere un tratamiento complejo con procedimientos invasivos y monitorización permanente. La evolución del conocimiento basado en la evidencia científica y los grandes cambios tecnológicos a nivel mundial, han sido el fundamento para la formación de subespecialistas en dicha área.