Disponer de un sólido conocimiento de los fundamentos históricos, filosóficos, metodológicos, biológicos, sistemáticos y evolutivos de la Psicología. Disponer de un sólido conocimiento de la Psicología de la Salud y de las variantes anormales y patológicas de la vida psíquica. Disponer de un amplio conocimiento de los distintos métodos de evaluación, diagnóstico y tratamiento psicológico en diferentes ámbitos aplicados de la Psicología. Disponer de una formación, inspirada en el humanismo cristiano, atenta a la búsqueda de la verdad, sobre la que se asiente un compromiso personal de interés por el bien del prójimo y por el bien común, teniendo como base la dignidad de la persona. Ser capaz de comprender, evaluar, criticar y discutir planteamientos teóricos y prácticos de naturaleza psicológica y ética. Desarrollar el hábito de razonar, argumentar e investigar en Psicología, así como de comunicar con orden y claridad su conocimiento. Desarrollar competencias y habilidades en el ámbito de la evaluación y de la intervención psicológica en los principales ámbitos del ejercicio de esta profesión, en colaboración con otros profesionales. Llegar a ser un psicólogo que asuma el ejercicio de su profesión con responsabilidad y solicitud, atendiendo al bien de las personas e instituciones con las que su trabajo está relacionado, dentro del marco de la ética profesional.