Gracias a la atención somos capaces de focalizar nuestra consciencia, de seleccionar los estímulos que consideramos importantes y de inhibir los estímulos irrelevantes. Por medio de la atención podemos aprender, memorizar, darnos cuenta de lo que pasa en el mundo exterior y en el mundo interior.

Si la memoria no funcionara, aspectos tan importantes como nuestra propia identidad, la orientación en el tiempo y en el espacio, nuestra vida afectiva, intelectual y laboral estarían alterados.

Hoy en día, existen bastantes problemas relacionados con la dificultad en prestar atención, en concentrarse o en memorizar. Es frecuente escuchar frases tales como: “Me distraigo fácilmente”, “no termino lo que empiezo”, “me rinde poco el estudio”, “tengo mala memoria”, “pierdo cosas con facilidad” por personas de diferentes edades. Se considera que un 49% de los niños y un 27% de las niñas tienen problemas de atención (a parte del conocido trastorno de déficit de atención con hiperactividad que se presenta en un 3-5 % de la población infantil).

A lo largo de este curso se van a ir practicando técnicas sofrológicas para desarrollar la atención, la concentración, el aprendizaje y la memoria.