Desarrollar la capacidad de atención flexible al momento presente. Aprender a estar más presentes en nuestra vida, desarrollando la conciencia de nuestras sensaciones físicas, sentimientos y otras experiencias internas, y mejorar nuestra capacidad de focalizar nuestra atención en el momento presente. Facilitar orientación específica sobre cómo afrontar el estrés y cómo aplicar estas habilidades a nuestra vida cotidiana, y orientarlas hacia nuestros objetivos y metas vitales. Conseguir que la práctica del Mindfulness tenga un impacto real en nuestra vida, aplicándolo activamente en la vida cotidiana y mejorando aquellas facetas con las que nos sintamos menos satisfechos (como la comunicación con la pareja o los seres queridos, la educación de los hijos, la concentración en el estudio o en el trabajo, el disfrute del tiempo de ocio…).