Sin desplazamientos, desde cualquier lugar, la sociedad del conocimiento y las nuevas tecnologías nos dan acceso a una de las mejores formas de conseguir libertad, independencia y autonomía: nuestra formación. Descubra el conocimiento en el que las distancias y los lugares ya no importan.

 

El e-learning es una forma de estudiar típica del siglo XXI: fluida, no ligada a un espacio y a un tiempo determinados. Se adapta a nosotros, a nuestro ritmo. Se parece mucho al autoaprendizaje, pero va más allá. Pone a nuestra disposición todos los nuevos recursos tecnológicos de comunicación. Internet ha cambiado nuestras vidas; también nuestra manera de aprender.

 

Los autodidactas siempre han tenido una ventaja a la hora de adquirir nuevas nociones: la motivación. Nadie aprende por su cuenta sin contar con grandes dosis de entusiasmo por el conocimiento que desea incorporar. El e-learning aprovecha este factor, la motivación, y además le suma los méritos de un aprendizaje guiado, eliminando la pasividad de la ecuación, porque, en el e-learning, el alumno es totalmente activo. Pero, ¿qué es el e-learning?

 

E-learning es el aprendizaje electrónico. Se trata de una nueva herramienta formativa, un estilo pedagógico que se apoya en las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) y que trabaja en red, lo que le permite una actualización constante de los contenidos. Es un tipo de formación que llega a los alumnos a través de sus ordenadores, conectados a Internet. Nos propone una visión amplia del aprendizaje, que la distingue de la enseñanza tradicional.

 

Ventajas del e-learning

Esta forma de formarse expande las posibilidades de los trabajadores para seguir actualizando sus conocimientos. En efecto, una de las principales ventajas del e-learning es que facilita enormemente la combinación de trabajo y aprendizaje. Al no requerir horarios concretos ni el desplazamiento a un aula, este tipo de estudios permite a cualquier empleado a tiempo completo llegar a su casa, relajarse y dedicar algunas horas a actualizarse y ampliar su formación. Si un día no puede o no le apetece, no se pierde ninguna lección, sino que lo retoma al día siguiente exactamente donde lo dejó. Los contenidos están todos a su servicio, el alumno no depende del dosificador de un maestro, sino que se autoadministra los nuevos conocimientos según su conveniencia. Es por ello que se trata del método más adecuado para llevar a cabo una educación continua así como para programas de perfeccionamiento profesional. Por todo ello, suele ser un tipo de educación dirigida a adultos.

 

¿Cómo funciona?

El e-learning es libre y flexible en cuanto al acceso y al tiempo dedicado a aprender. Se adapta a las necesidades y habilidades de cada persona implicando totalmente al alumno en el proceso. En este tipo de aprendizaje, profesor y alumno raramente coinciden. Sin embargo, suele haber un tutor con el que contar para plantear dudas, para recibir orientación didáctica y ayuda al alumno a gestionar su propio aprendizaje.

 

El uso de las tecnologías de la información y el estudio on-line son características de este tipo de cursos. Sus herramientas didácticas son variadas e incluyen Internet, intranets, CD-ROM, producciones multimedia (textos, imágenes, audio, video…) y plataformas tecnológicas o LMS (Learning Management System) como Moodle, un sistema de gestión de cursos que ayuda a los educadores a crear comunidades de aprendizaje on-line.

 

Según una reciente encuesta sobre los contenidos de e-Learning realizada por LEARNING REVIEW con una muestra de 1.523 lectores, los recursos que los estudiantes consideran que debe contener un curso de e-learning son variados y casi todos importantes por igual: gráficos interactivos (10,82%), herramientas de colaboración (10,82%), documentos en PDF (10,65%), base de lectura: artículos – links (10,12%), audio (9,60%), video (9,60%), calendario (9,25%), simulaciones (8,73%), glosario (7,85%), gráficos estáticos (6,28%) y pizarra virtual (6,28%). En cuanto a la satisfacción con el curso, el mismo estudio señala que el tipo de curso que ofreció un mejor aprendizaje fue el realizado con documentos PDF y recursos colaborativos, en un 36,48% de los casos. Para un 27,67% el curso más efectivo fue el realizado con recursos multimedia, mientras que un 17,61% se mostró más complacido con el Blended Learning (aprendizaje semi-presencial), seguido por el curso en tiempo real (10,69%) y el realizado con recursos 3D (7,55%). Finalmente, en cuanto a la necesidad de tutorías para los estudios on-line, la respuesta fue casi unánime, con un 96,51% a favor de contar con tutores para esta modalidad de aprendizaje.

 

Empresas y trabajadores parecen encontrar cada día más ventajas en el aprendizaje electrónico. Ya en 2004 se contabilizaron en Estados Unidos 2,35 millones de estudiantes que realizaban el curso universitario a través Internet, un 20% más que el año anterior. Actualmente en España, el 10% de estudiantes universitarios apuesta a la enseñanza online, según señala un reciente estudio elaborado por el Observatorio Español de Internet (OEI). Según el mismo informe, la demanda crece entre un 15% y un 20% cada año. Además, aproximadamente el 75% de alumnos virtuales acaba con éxito sus estudios universitarios, lo que supone una cifra más alta que en los alumnos del sistema presencial, según los datos del OEI. Sin embargo, en realidad, ambos métodos son complementarios y la incorporación de las nuevas tecnologías en el ámbito de la formación, con proyectos como el Open Courseware, un gran depósito de cursos y contenidos virtuales en Internet creado por el Instituto Tecnológico de Massachussets de Estados Unidos, no tienen por qué acabar con el aprendizaje en persona, sino que contribuyen a enriquecerlo aportando nuevas opciones para una formación continua accesible para todos.