En la actualidad no hay duda de que necesitamos recibir aprendizaje a lo largo de toda la vida. Sin embargo, no siempre podemos asistir a clase. A veces por no disponer del tiempo necesario, otras porque los centros educativos quedan demasiado lejos de nuestra residencia. Sea cual sea la causa, muchos ciudadanos se encuentran con dificultades para seguir las enseñanzas ordinarias. ¿Qué hacer entonces? La solución está en la formación a distancia.

Los cursos a distancia facilitan el acceso a la educación tanto a adultos con obligaciones laborales o familiares como a alumnos en edad escolar que no pueden asistir al colegio. Y es que, con este tipo de formación, las distancias geográficas no son un problema. El alumno recibe todo el material en su casa y organiza sus estudios según el tiempo que les pueda dedicar, imponiendo su propio horario. El resultado es un aprendizaje que resulta compatible con las situaciones más diversas y al que hay que se recomienda dedicar al menos unas cinco horas semanales.

No renunciar a nada
Si la educación convencional no llega a ti, no tienes por qué renunciar a mejorar tu formación. Ésta es la clave de la formación a distancia: es capaz de llegar a todos los lugares, incluso donde no haya teléfono ni acceso a Internet. Aunque lo más usual es que los estudiantes se sirvan de las nuevas tecnologías de la información como complemento a la formación o como base. Es el caso del e-learning.

Material de autoaprendizaje
El material de estudio que el estudiante recibe por correo en su casa puede ser muy variado y dependerá de las temáticas y de las metodologías elegidas por el centro formativo. Pensado para el autoaprendizaje, puede constar desde libros, textos escritos y guías didácticas, hasta material de vídeo y de audio, pasando por el CD multimedia o CD-Rom. Antes de la inscripción, los centros de formación a distancia informan a sus alumnos de las herramientas tecnológicas que necesitarán para desarrollar cada curso con éxito. A lo largo del curso, el alumno hará llegar por correo a sus profesores sus trabajos y ejercicios, que recibirá de vuelta corregidos. En este aspecto es importante respetar el calendario marcado por el tutor y hacerle llegar los trabajos en las fechas establecidas.

Cuando se dispone de acceso a Internet, todo el proceso tiende a acelerarse: el envío de ejercicios es instantáneo y se amplían las posibilidades de interactuar con maestros y con otros estudiantes. Asimismo, a través de blogs y de aulas virtuales se fomenta la participación con grupos de discusión, foros y debates.

Títulos útiles
Aunque no sea tradicional, la formación a distancia ofrece títulos reconocidos. Muchos de ellos son títulos oficiales. En cualquier caso, serán útiles a la hora de buscar un empleo, pues certifican tu grado de preparación y conocimientos respecto a una materia. El hecho de que las estadísticas señalen que este tipo de formación cuenta con más alumnos aprobados se debe seguramente a la gran motivación que les ayuda a seguir con constancia, paciencia y esfuerzo sus estudios. Se trata en definitiva de un aprendizaje flexible que ofrece más oportunidades de educación adaptándose a cada alumno individualmente. Así, se puede ver este tipo de enseñanza como una segunda oportunidad de formarse.

Nuevas propuestas
Con el paso de los años, la educación a distancia se ha ido ampliando y ha incorporado la gran variedad de oferta que existe en el sistema educativo actual. De este modo, ahora, además de todas las áreas temáticas, esta enseñanza abarca modalidades tan diversas como cursos de verano, doctorados oficiales, acceso a la Universidad, grados de primer y segundo ciclo, seminarios, cursos de extensión universitaria y de especialización, idiomas, masteres, posgrados o formación continua. Tanto en los contenidos como en los resultados y efectividad del aprendizaje, la educación a distancia y la formación clásica se encuentran pues al mismo nivel. Así, la elección de una u otra sólo se debe a la comodidad y las necesidades de cada alumno.